Cuando los bronquios se inflaman se produce una bronquitis. Esta patología puede estar causada por virus o bacterias. El principal agente que la provoca es el humo del cigarrillo, pero también puede deberse a un catarro mal curado o a la contaminación.
¿Cuáles son los síntomas?
La disnea y una tos leve persistente, con o sin mucosidad, son los primeros síntomas.
Según progresa la enfermedad, la dificultad para respirar puede limitar la capacidad para realizar con normalidad las actividades diarias.
Hay otros síntomas que no siempre están presentes, como opresión en el pecho, cansancio, fiebre baja, dolor de garganta y un ligero silbido al respirar.
Cómo tratar la bronquitis...
Aliviar la inflamación y conseguir que entre más aire en los pulmones es el principal objetivo de los tratamientos.
Se suelen utilizar medicamentos que ayudan a abrir los conductos bronquiales y a eliminar el moco. Se denominan broncodilatadores, y los hay en jarabe, inhaladores... Se recomienda a los pacientes que padecen con frecuencia bronquitis que se vacunen contra la gripe y la neumonía, ya que en ellos estas enfermedades pueden ser más graves.
Los descongestionantes y los antihistamínicos, que alivian los síntomas como la inflamación de la mucosa nasal, deben usarse con cuidado, puesto que resecan las secreciones bronquiales, dificultando su eliminación. Son muy importantes los ejercicios de respiración para aumentar la fuerza y la resistencia de los músculos que controlan la inspiración y la espiración, así como ciertas técnicas para ayudar a despejar los pulmones de secreciones mucosas.
El ejercicio suave puede aumentar la tolerancia de una persona al esfuerzo, al permitir que el corazón y otros músculos utilicen el oxígeno disponible de forma más eficiente. Se aconseja respirar por la nariz, como manera de introducir en los pulmones aire más caliente, y en invierno utilizar una bufanda sobre la boca y la nariz; evitar los ambientes con polución, los locales con humo. Beber al día dos litros de agua u otros líquidos ayuda a mantener una expectoración más fluida.