De manera imperceptible, estamos expuestos de manera constante a los juegos de azar. En España, existe la tradición de jugar a la lotería de Navidad, con las recomendaciones que ofrece la OCU. Los juegos de azar pueden llegar a ser muy adictivos. Aunque existan consejos útiles para superar la adicción al juego, la ludopatía sigue siendo una lacra para la sociedad de muchos países del mundo.
Un reciente informe de The Lancet Public Health Commissions, señala que 80 millones de personas en el mundo sufren de un trastorno de adicción al juego y más de 448 millones de adultos en todo el mundo sufren algún problema social, familiar, laboral o financiero derivados de esta adicción.
Los investigadores que han llevado a cabo el estudio aseguran que "es un problema de salud pública". Se trata prácticamente de una pandemia silenciosa que no deja de crecer y que cada vez afecta más a los menores de edad. Según el citado informe, el 26,4% de los adolescentes que juegan a las tragaperras, al póker u otros productos de casino online. Otro 16,3% de adolescentes que realizan apuestas deportivas tienen un trastorno del juego.
En el estudio se denuncia que la ludopatía “es un problema de salud pública que se tiene constancia desde la mayoría de gobiernos”. Por ello, son casi todos los países los que están creando legislaciones para frenar el desarrollo de esta práctica.
Los daños de salud que supone jugar a juegos de azar
La ludopatía es, según el Ministerio de Sanidad y el psicólogo Miguel Roa, una enfermedad. Está caracterizada por un fracaso crónico y progresivo en resistir los impulsos de jugar apostando dinero. El experto asegura que no todo el mundo sufre los mismos síntomas y afecta a distintas formas de variables biográficas, de género, edad, situación económica,...

El estudio de Lancet ha asegurado que el juego comercial se asocia a una serie de efectos nocivos para las personas, las familias, las comunidades y las sociedades. Entre ellos, afecta de forma directa a la salud mental. Entre los datos obtenidos, se puede asegurar que “el juego aumenta el riesgo de suicidio y violencia doméstica”. Pero además, este tipo de juegos afecta a terceros de forma directa. “Los daños van más allá de la persona, las familias, las comunidades y la sociedad, ya que pueden ser duraderos. Varios participantes con experiencias vividas describieron los efectos heredados del juego en sus propias vidas”, aseguran desde el propio estudio.
Legislaciones en constante reforma para frenar la adicción al juego
Este trastorno en aumento en personas cada vez más jóvenes está en crecimiento por la mayor accesibilidad a los juegos y apuestas, ya que se pueden encontrar en internet, además de poder hacerlo de forma presencial en todas las ciudades y pueblos de España, prácticamente. Según un artículo de la Universitat de Barcelona, “hay un salón de juego por cada 5.545 hogares”. Este artículo también señalaba que en el territorio español, había un total de casi 4.500 locales dedicados a casinos, bingos y salones de apuestas.

En los últimos años, se ha tratado de frenar estas prácticas con leyes y legislaciones tanto nacionales, como autonómicas, para que el público se cerciore de los problemas que acarrea este trastorno. Fue en 2020, mediante un Real Decreto, cuando se trató de limitar la actividad publicitaria del juego online para prevenir la ludopatía, en radios, televisiones, webs y medios de comunicación. Aunque algunas medidas se tuvieron que anular por orden del Supremo, ya que afecta a la libertad empresarial de las casas de apuestas.
Los gobiernos lo que han hecho, implementando las leyes relacionadas con los juegos de azar, ha sido establecer medidas y espacios seguros que no fomentan la adicción a los jugadores “vulnerables”. Para ello, las autonomías están en constante renovación de las normativas relacionadas con las leyes de juegos para frenar la ludopatía. Estas medidas están muy enfocadas sobre todo a los jóvenes, que son la población más vulnerable y con mayor demanda del público.

Las restricciones son variadas. Van desde limitar el acceso a personas con problemas de ludopatía, equipando las máquinas de tragaperras que podemos encontrar en locales de hostelería con un sistema de activación controlado remotamente por el personal responsable del establecimiento. Otra medida regional que La Rioja o Extremadura ha implantado es la prohibición a las casas de apuestas de conceder préstamos ni créditos, así como cualquier promoción que incite a jugar.