El sexo es uno de los aspectos fundamentes de casi todas las vidas adultas. Sin embargo, cuando se trata de personas con discapacidad parece que el sexo pasa a un segundo plano. Cada vez son más los proyectos educativos que se esfuerzan por cambiar esta perspectiva y es que, según el sexólogo y miembro de la Asociación Sexualidad y Discapacidad, Carlos de la Cruz, la sexualidad en personas con discapacidad “no forma parte de las prioridades en ningún ámbito”.
Esto supone un problema de base ya que mientras que una persona sin discapacidad podría “buscarse la vida”, una persona que sí la tuviera tendría mucho más complicado acceder a información. Esta desinformación conlleva además riesgos, entre ellos, embarazos no deseados, transmisión de enfermedades sexuales o el riesgo de que estas personas no lleguen a “conocerse y aceptarse”.
De la Cruz opina que tradicionalmente se ha primado la vigilancia y la protección frente a la intimidad. Él propone una visión algo más permisiva, “conjugar toda la vigilancia que sea necesaria con espacios y momentos de intimidad”.
Internet es uno de los espacios en el que ya se empiezan a ver los primeros proyectos que apuestan por aunar la sexualidad y discapacidad. Entre ellos encontramos el de la plataforma Pornoeducativo, creada para fomentar y “reeducar en sexualidad” o algunos proyectos autónomos como el de “Sexualidad y parálisis cerebral”, que se puede apoyar en la web de crowdfunding Goteo.org.
Proyectos en alza que, como explica el director de Comunicación de Pornoeducativo, Adrián Pérez, enseñan algo que “nos puede pasar a todos cualquier día” y es que en caso de suceder, a partir de ese momento tendríamos que saber “cómo afrontar nuestra sexualidad” haciendo que la discapacidad no fuera “un freno o una barrera”.