La pechuga de pavo suele ser un imprescindible en las dietas bajas en calorías para perder peso. En el imaginario popular, se considera uno de los alimentos más saludables que podemos consumir. De hecho, muchas veces se sustituyen otros alimentos por pechuga de pavo con el objetivo de reducir la ingesta calórica y de procesados. El pavo suele recomendarse en dietas hipocalóricas o incluso para paliar los efectos de algunas enfermedades cardiovasculares como el colesterol o la hipertensión arterial. Su sabor jugoso y ligeramente salado lo convierte en uno de los alimentos favoritos a la hora de ponernos a dieta. Sin embargo, si no prestamos atención a los ingredientes que contiene, la pechuga de pavo puede no ser tan saludable como pensamos. Te enseñamos algunos trucos para que puedas escoger la mejor pechuga de pavo.
Diferencia entre carne y fiambre
Muchas veces con solo ver que un alimento lleva pavo ya asumimos que es saludable, pero nada más lejos de la realidad. Debemos elegir cuidadosamente el alimento que vamos a consumir y leer con atención sus ingredientes. En ocasiones, consumimos fiambre en lugar de carne de pavo. Las lonchas cocidas de fiambre de pavo se consideran un alimento ultraprocesado por su contenido: el fiambre posee una cantidad mucho mayor de grasas y conservantes que la carne de pavo, con lo que es preferible escoger la segunda opción.
Diet, light, o bajo en calorías son algunas de las etiquetas con las que en ocasiones se disfrazan alimentos poco saludables. En muchas ocasiones, forma parte de un proceso de marketing para promover la venta del producto, pero no significa que sea verdad. Por eso, lejos de dejarnos engañar por el envoltorio, debemos mirar la tabla de ingredientes y los valores nutricionales para ver si de verdad es light o no.
Se considera que un alimento es un ultraprocesado cuando posee una gran lista de ingredientes para imitar el sabor de alimentos que realmente sí son sanos. El ingrediente principal de la pechuga de pavo debería ser precisamente el pavo, sin tener que añadirle mucho más. La lista de los ingredientes de los alimentos va generalmente ordenada del alimento que está presente en mayor cantidad al de menor; por eso intenta que el pavo ocupe siempre el primer lugar en la fila de ingredientes y que constituya más de un 80% del producto. Cuanto más larga sea la lista de ingredientes que contiene la pechuga de pavo, más se han modificado sus propiedades originales. De hecho, existen pechugas de pavo en las que el porcentaje de ingredientes añadidos supera al de pavo. Por eso, recomendamos acudir a una carnicería o charcutería, donde generalmente podremos encontrar pechugas sin envasar y con un contenido en pavo mucho más alto.
La sal está relacionada con enfermedades cardiovasculares como la hipertensión, que puede derivar en problemas más graves. Además, consumir sal en exceso impide la correcta absorción de nutrientes necesarios y retiene líquidos. Muchas de las pechugas de pavo que podemos encontrar en el mercado tienen un gran contenido en sal, lo que las convierte en alimentos poco saludables. Recordemos que el consumo de sal diario recomendado por la Organización Mundial de la Salud se encuentra alrededor de los 5 gramos. Muchas de las pechugas de pavo que podemos encontrar en el mercado, poseen demasiada sal: más de 2 gramos de este ingrediente por cada 100 de pechuga de pavo. Por eso, a la hora de elegir pechuga de pavo, asegúrate de que el contenido en sal sea bajo.