La climatología de la zona es algo a tener muy en cuenta a la hora de elegir nuestro sistema de calefacción. Si vives en una zona muy fría o eres muy friolera, la calefacción radiante o de gas serán las mejores opciones para ti (y te hará ahorrar en calefacción).
En cambio, si vives en una zona cálida, tal vez la mejor alternativa sea invertir en una bomba de calor con tecnología “inverter” que te dará aire fresco y calor en un solo aparato fácil de instalar.
Según algunos expertos, la aerotermia es el futuro. Es una bomba de calor aire-agua que da frío y calor y puede asociarse a radiadores de aluminio o a techos y suelos radiantes. Es una inversión interesante si quieres mejorar tu sistema de calefacción y al mismo tiempo proporcionar frío a tu vivienda en los meses más cálidos.

El aire acondicionado con bomba de calor cubre ambas necesidades y apenas implica obras. Solo necesitarás instalar el split y las tuberías (de ida y vuelta para el gas refrigerante y las tuberías (de ida y vuelta para el gas refrigerante y para el desagüe), además de la instalación eléctrica para hacerlas funcionar.
La bomba de calor aire-agua (aerotermia) proporciona, además de calefacción y aire acondicionado, agua caliente, por lo que es un sistema 3 en 1. Proporciona un ahorro considerable en calefacción comparado con otros sistemas eléctricos, ya que genera más calor que la energía eléctrica que consume.
Consejos para ahorrar en calefacción
Elegir el tipo de calefacción más adecuado para ti y complementarlo con algunos hábitos del día a día te ayudarán a controlar el consumo sin renunciar al confort.
- Instala un buen aislamiento. Con ventanas de PVC, puedes reducir hasta un 50 % del consumo de energía en tu hogar. El calor se escapará si no tienes buenos cerramientos y acabarás pagando más en tu factura de calefacción.
- El mantenimiento es clave. Es importante que un técnico revise anualmente tu instalación antes de la puesta en marcha.
- Coloca bien los radiadores. Bajo las ventanas y aprovechando las corrientes naturales de la casa conseguirás distribuir mejor el calor.
- Temperaturas razonables. Instala termostatos y controladores que mantengan la temperatura a 21 °C. No subas más la temperatura para no consumir en exceso.

- Si vas a adquirir una caldera, fíjate en la etiqueta energética. No compres una caldera de clase inferior a la A.
- Ventila lo justo. Con abrir entre 10 y 15 minutos al día es suficiente para renovar el aire interior. Si sobrepasas el tiempo, enfrías la casa.
El tipo de caldera influye en tu ahorro energético
La caldera es el equipo que genera el calor con el que funciona el agua caliente y la calefacción, y tienes dos opciones para elegir con diferentes propiedades.
- Calderas de condensación. Condensa buena parte del vapor de agua que contienen sus gases de combustión y ese calor extraído lo aprovecha la propia caldera para aumentar su rendimiento. Por su consumo y emisiones, las calderas de condensación son más ecológicas.
- Calderas estándar. Para funcionar requieren calentar mucho más el agua. Su instalación cuesta menos, pero consumen más energía, por lo que vale la pena hacer números, ya que pueden resultar menos rentables.
- No subas la temperatura del termostato para calentar más rápido la casa. Tardará lo mismo en calentarse y gastarás más energía.