Si dominar el inglés es a día de hoy casi una necesidad, imagínate para nuestros hijos: sus oportunidades personales, profesionales y sociales (su futuro, en definitiva) dependerán en buena medida de su capacidad para desenvolverse en la lengua de Shakespeare. Y el momento de empezar a desarrollar esas capacidades es ahora.
Ya es una verdad aceptada por todos los profesionales de la enseñanza, pedagogos y expertos, que cuanto antes comencemos a familiarizarnos con un idioma extranjero, mejor; más fácil lo vamos a tener para aprenderlo y utilizarlo con fluidez. Y que la adolescencia es el momento perfecto para apostar por la mejor técnica de aprendizaje de idiomas que cabe imaginar: la inmersión lingüística y cultural.
Por eso, muchas familias con hijos en secundaria se plantean la posibilidad de enviar a sus hijos a estudiar en un país anglófono durante un tiempo. Y aquí es donde a todos nos surgen un montón de preguntas respecto a cuál es la mejor elección y la mejor manera de ayudarles. Igual que cada familia es un mundo, no hay una única respuesta para esas dudas, pero aquí reunimos los consejos fundamentales que os ayudarán a tomar la mejor decisión.
¿Cuál es el curso idóneo para estudiar fuera?
Aunque cada vez es más común ver a niños de primaria realizando estancias escolares o de verano en el extranjero, probablemente la secundaria (ESO y Bachillerato) sea el momento idóneo, cuando hay un equilibrio entre madurez y capacidad de aprendizaje.
Los cursos de 4º de la ESO y de 1º de Bachillerato son los preferidos, ¿Por qué? Porque los chavales ya presentan un grado de autonomía suficiente y, por otro lado, las familias tienen cierto reparo a hacer fuera el último año de instituto.
¿Cuánto tiempo puede durar la estancia de estudios?
Los periodos más habituales, hablando de programas académicos (es decir, estancias de estudios reglados durante el curso escolar), son el trimestre, el semestre y el curso completo de nueve meses.
No hay una elección mejor que otra, ya que depende mucho de la madurez del niño y de hasta qué punto nos importa el nivel de aprendizaje del idioma; lo que está claro es que las estancias más largas son más productivas.
¿Qué destino elegir?
El primer criterio que tenemos en cuenta los padres es el de la seguridad, lógicamente, pero no deberíamos descuidar otro igual de importante: el de la calidad de la educación en el país que vamos a elegir.
Desde nuestra perspectiva, apostaríamos por destinos que combinen un alto nivel de calidad de vida y el prestigio en la enseñanza, como son Canadá y Estados Unidos (o, en el ámbito europeo, sin duda Irlanda y Reino Unido).
¿En familia o en residencia?
Otra de las preguntas más planteadas: ¿dónde se va a quedar mi hijo? Ambas opciones tienen sus puntos fuertes. Resumiendo mucho:
- En las familias prima la inmersión cultural y lingüística más auténticas y una atención más personalizada y, evidentemente, familiar.
- En las residencias (que suelen ser en realidad internados) conocerán más amigos de distintos países y los recursos educativos suelen ser mayores.
¿Qué metemos en el equipaje?
Esta cuestión tarda en plantearse, pero cuando llega se convierte en un verdadero dilema; cualquiera que sepa lo que es hacer una maleta para varios meses lo entenderá perfectamente.
En realidad, es más sencillo de lo que parece. En cuanto a la ropa, entre siete y diez juegos de todo (infórmate acerca del clima) y, en cuanto a efectos personales, procura que se reduzca a lo esencial (el móvil, medicación imprescindible, un objeto de apego y poco más); recuerda que en el destino también hay tiendas.
¿Cómo gestionar los gastos personales?
De nuevo, cada familia soluciona esta cuestión de distintas maneras, pero lo más funcional suele ser una tarjeta de débito y, de un tiempo a esta parte, el pago con móvil. ¡Es importante consultar a tu entidad bancaria sobre las condiciones!
Y, hablemos de dinero “digital” o de efectivo, ¿cuál sería la cantidad idónea de dinero de bolsillo? Depende del país (y por supuesto de cada persona), pero unos 350 euros mensuales deberían bastar salvo en caso de gastos extraordinarios.
¿Dónde se puede conseguir una beca?
La verdad es que, en materia de estancias de estudios en el extranjero en secundaria, está muy difícil; no hay entidades ni instituciones públicas que ofrezcan becas para este tipo de estancias.
No obstante, puedes recurrir a los programas de becas de organizaciones privadas (tampoco hay muchas, a decir verdad), como es el caso de la agencia especializada en estudios internacionales iEduex; en este caso específico, otorga cada año 150 becas de hasta 2.000 euros partiendo de criterios de excelencia académica.