¿Cómo elegir una bombilla?

Con la reciente retirada del mercado de las lámparas halógenas, solo nos quedan dos tipos: LED y fluorescentes. Te contamos la diferencia entre ambas.
¿Cómo elegir una bombilla?

Con la reciente retirada del mercado de las lámparas halógenas, solo nos quedan dos tipos: LED y fluorescentes. Te contamos la diferencia entre ambas y qué mirar para elegir con sentido un LED, que son las lámparas que más utilizamos.

Solo dos lámparas

“El LED va a coger más ventaja sobre el fluorescente”, dice Alfredo Berges, director de la Asociación Española de Fabricantes de Iluminación (Anfalum). Consumen menos (si una incandescente consumía 60 W, una LED son unos 8 o 9 y una fluorescente, 14 W) y tienen mayor vida útil (25.000 horas frente a 10.000). 

La temperatura del color se mide en Kelvin y cuanto mayor sea, más fría (azulada) será la luz. Para salones y dormitorios, Berges recomienda lámparas de unos 3.000 K, y para un estudio, el baño y la cocina, de 4.000 o 4.500 K. Si tienes un LED que permita regular el tono, por la mañana elige uno más frío: te ayudará a activarte.

Los vatios indican el consumo; si quieres saber la potencia de luz que ofrece, debes fijjarte en los lúmenes. Eso sí: la relación entre vatios y lúmenes indica lo eficiente que es una bombilla. Las antiguas daban 800 lúmenes con 60 W, mientras que el LED equivalente da esa cantidad de luz solo consumiendo 9 W.

Según Berges, para iluminar una estancia cualquiera de la casa vale una bombilla LED con potencia de unos 7 a 10 vatios. Por debajo de 6 W ofrecería una iluminación muy débil, “con un fin ornamental, para tener luz en una mesita en un rincón, por ejemplo”.

Una característica en la que no solemos fijarnos es la reproducción cromática. Quizá, porque en muchas cajas este dato no aparece. “Lo que buscamos es que la luz se parezca lo más posible a la solar”, dice Berges. Si es mayor de 80 (%) indica una buena calidad.

La durabilidad. La vida útil de una bombilla de 8 vatios, una estándar, es de unas 25.000 o 30.000 horas.

La cantidad de ciclos. Es decir, la cantidad de encendidos y apagados que permite sin afectar a su rendimiento. No te conformes con menos de 12.000.

Etiqueta energética. Siempre son superiores a la ‘A’.

Precio. Según el director de ANFALUM, este no es siempre señal de buena calidad (puede haber ofertas), pero sí de una baja. El precio medio de un LED de buena calidad ronda los 6-8 €. “Lo que hay que hacer es confiar en las marcas que sabemos que ofrecen garantías”, advierte.

Para una bombilla de 8 vatios, divide por 1.000 para obtener los kW (0,008) y multiplica por el tiempo que vaya a estar encendida para obtener los kWh. Si son 4 horas al día, es decir, 1.460 en un año, nos darían 11,68 kWh. Multiplicado por el precio de la luz (pongamos 0,1226 €, la media de 2015, según Selectra), pagarías 2,81 € al año.

Por 15 bombillas, pagarías unos 21 € al año; 1,8 € al mes. 15 fluorescentes de 14 W te costarían 3,13 € al mes y 15 incandescentes, 13,4 € (ahorras 295 € al año).

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