Adoramos las fresas. Nos dan la vida cuando las fruterías y supermercados se tiñen de color rojo en la primavera, primero con el fresón, y luego en verano, con las fresas de verano. Pero, a diferencia del limonero, por ejemplo, muy pocas personas tienen en casa plantas de fresas. Las asociamos a los invernaderos, y hay gente que no sabe que, en determinadas circunstancias, también se pueden tener en casa.
Lo primero que has de tener en cuenta, como explican desde Digebis, distribuidores de jardinería y paisajismo, es que la planta de la fresa es rastrera. “Es decir, que sus pequeñas ramas cuelgan hasta el suelo y el fruto se desarrolla en contacto directo con la tierra”, apuntan. “Sin embargo, la fresa no precisa de este contacto con la superficie para crecer”, añaden. Por lo tanto, no tienes por qué tenerla cerca del suelo, puedes colocarla en altura.
Dicho esto, el segundo consejo importante es la ubicación en casa. La planta de la fresa necesita sol y protección contra las heladas, de ahí que se coloquen mucho en invernaderos. En casa puedes hacer lo mismo; si tienes un jardín o patio amplio, reserva un pequeño espacio para un miniinvernadero, aunque también los hay muy pequeños, aptos para espacios reducidos.
Y si vives en una zona con un clima templado, puede que no te haga falta ni este; con utilizar unas macetas apropiadas para la planta de la fresa, es suficiente. Aquí tienes un ejemplo; son macetas verticales por lo que hemos explicado anteriormente.

Sobre la luz directa, piensa que necesitan entre seis y nueve horas de luz del sol. Las puedes colocar dentro de casa, pero siempre cerca de una ventana. Si están fuera, y no en un miniinvernadero, un mantillo en invierno puede ser interesante para protegerlas del frío invernal.
Otros consejos para que crezcan sanas
Para que las plantas de las fresas crezcan sanas, el equipo de Digebis recomienda plantas en días nublados o a última hora de la tarde. “Esto ayuda a asegurar que las plantas no se marchitan antes de poder regar”, aseguran. Además, recomiendan enterrarla lo suficiente en el sustrato “ para dar cabida a todo el sistema radicular” y “plantarla con las raíces apuntando directamente hacia abajo y procurando que no se doblen”.
En cuanto al agua, que es clave junto a la ubicación para que crezca sana y dé frutos, debes tener en cuenta que la planta de la fresa tiene las raíces poco profundas, de forma que necesita un riego regular y continuado. Este es un hándicap en casa, sobre todo si no puedes estar pendiente de tus plantas, si bien existen soluciones de autorriego interesantes. De todos modos, según Digebis, “por lo general, alrededor de 1-2 veces por semana” puede ser suficiente si no hay días de mucho calor, aunque nada más plantarlas sí conviene regarlas a diario. LO recomendable es el riego por goteo.
También aconsejan expertos como los de Digebis abonarlas cada dos semanas, con dosis pequeñas pero frecuentes. Y lo ideal es que el abono tenga suplementos nutricionales aptos para plantas frutales y flores. Por último, al ser una planta rastrera, cuando empiece a producir tallos rastreros “se pueden reunir y desecharlos o utilizarlos para propagar nuevas plantas de las fresas”, concluyen desde Digebis.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que las fresas producen más frutos durante los primeros 3 o 4 años, de manera que es bueno planificar un proceso de sustitución a medida que se aprecia que bajan su producción. Si lo hacen, no tiene por qué suponer que no las estás cuidado de la manera apropiada. Es una evolución natural en esta planta; tener un croquis con un registro de fechas de cuándo las vas plantando es útil para tu control.