Puede que limpiar los cristales sea una de las tareas del hogar que más perezas nos generen. Sin embargo, aunque a veces le demos una importancia meramente estética, la limpieza de los cristales es fundamental por otras cuestiones como la higiene, durabilidad y eficiencia. Y es que la acumulación de suciedad, polvo, grasa y otros contaminantes en los cristales puede dañar su superficie con el tiempo. Esto puede hacer que los cristales se vuelvan opacos, se rayen o se deterioren. Es por ello que una limpieza regular es importante para mantener los cristales en buen estado y así prolongar su vida útil.

La buena noticia es que, existe un producto con el podrás simplificar esta tarea. Se trata de un limpiacristales magnético regulable, muy fácil de utilizar, y capaz de llegar a los puntos más difíciles de alcanzar gracias a su esponja por ambas caras que, a través de movimientos circulares, va eliminando eficazmente la suciedad acumulada. Además cuenta con un depósito de agua para evitar desplazamientos. Veamos con más detalle este producto.

- Precio: 44.99 euros
- Disponible en Amazon.
- Ajustable para todo tipo de ventanas.
- Potentes imanes internos para limpiar las dos caras de la ventana a la vez.
- Depósito con agua y limpiador con lo que ahorrar viajes y recargas.
- Imán potente y regulable. Ajusta el imán conforme al grosor de tu cristal accionando el botón rojo. Indicado para cristales de entre 5 y 25 mm de grosor.
- Diseño ergonómico e intuitivo.
- Incluye cuatro esponjas de recambio, cuatro escobillas y ocho ajustadores de esponja.
Y lo mejor es que es muy sencillo de usar gracia a su diseño perfecto para desplazarse hasta las esquinas y zonas más alejadas, los usuarios de Amazon han destacado este detalle a través de sus reseñas y comentarios. Pero veamos con más detalle como usarlo según las pautas de la marca.
Modo de empleo:
- Fijar la cuerda de seguridad a la parte del limpiador que queda por fuera de la ventana.
- Girar una de las partes para abrirlo.
- Humedecer la esponja con agua.
- Añadir jabón o un producto para limpiar cristales.
- Volver a cerrar las dos caras.
- Comenzar a deslizarlo por toda la superficie de los cristales.