El microondas es uno de esos electrodomésticos que nos hace la vida más fácil por las muchas funciones que cumple en la cocina. No solamente te permite ahorrar tiempo a la hora de calentar la comida, sino que, además, es muy sencillo de usar. Sin embargo, es necesario que le prestemos un poco de atención porque este electrodoméstico tan utilizado puede acumular una gran cantidad de bacterias y gérmenes. Y esto puede provocar diferentes enfermedades, debido a los alimentos que se calientan en él, ya que generan residuos y olores desagradables. Estas enfermedades, además, podrían extenderse a otras personas. Sea como sea, no debemos tomarnos a broma la limpieza y mantenimiento del microondas. Una tarea que resulta muy fácil de realizar, por otro lado. Te lo contamos todo.

Además de suponer un riesgo para nuestra salud, la acumulación de residuos y grasa en el interior del microondas puede dañar el sistema de ventilación y los componentes eléctricos del aparato, lo que puede afectar al funcionamiento del microondas. Podría suceder que se viese deteriorada su eficiencia al reducir la velocidad a la que calienta los alimentos, por ejemplo. Es por ello que, resulta fundamental limpiarlo regularmente, ya que con unos sencillos pasos que no te costarán apenas esfuerzo, conseguirás eliminar estas bacterias, prevenir la acumulación de residuos y mantener el interior del microondas fresco y limpio, más agradable de utilizar, y con una eficacia mejorada.
En definitiva, la limpieza regular del microondas no solo ayuda a mantenerlo limpio y fresco, sino que también ayuda a prevenir la propagación de enfermedades, causadas por las bacterias acumuladas, y a prolonga la vida útil del microondas.
Veamos unos sencillos trucos con los que podremos mantener el microondas en óptimas condiciones de funcionamiento.

Pasos para limpiar el microondas por dentro y dejarlo reluciente:
- Apaga el microondas y desconecta el cable de alimentación. Esto es una medida de seguridad que siempre hemos de tomar cuando limpiamos un electrodoméstico.
- Retira el plato giratorio y la bandeja. Ten cuidado de que no se rompan.
- Mezcla una taza de agua con una cucharada de vinagre blanco en un recipiente apto para microondas. Puedes utilizar vinagre de limpieza, si lo tienes a mano.
- Coloca el recipiente dentro del microondas y enciéndelo durante 3 minutos en la potencia máxima. Deja que el agua entre en ebullición y que parte de ella se evapore.
- Espera unos minutos hasta que el recipiente se haya enfriado antes de abrir la puerta del microondas.
- Retira el recipiente y utiliza un paño suave para limpiar el interior del microondas.
- Si hay manchas difíciles, puedes frotarlas con una esponja suave y jabón suave.
- Limpia las áreas exteriores del microondas con un paño húmedo.
- Limpia el plato giratorio y la bandeja y colócalos de nuevo en el microondas.
- Conecta el cable de alimentación y enciende el microondas para asegurarte de que todo esté funcionando correctamente.
¡Listo! Como ves, no ha sido tan difícil, sino todo lo contrario. Ahora tienes un microondas limpio y listo para su próximo uso. Recuerda limpiarlo regularmente para evitar la acumulación de suciedad y bacterias.