Mantener bien limpio este pequeño electrodoméstico puede prolongar su vida útil. Por su estructura puede parecer complicado, pero no lo será si sigues estos pasos. Y es que la freidora de aire es un electrodoméstico muy útil en el hogar, que cocina utilizando aire caliente en lugar de aceite. Muchos piensan que su forma de cocer los alimentos es igual a la del horno, pero esto no es del todo así. Aunque diferente, esto hace que el aire caliente se aplique sobre los alimentos y el resultado final que ofrecen al paladar. La circulación del aire alrededor de los alimentos se conoce como la reacción de Maillard, y es la que produce ese aspecto dorado y crujiente a los platos que se cocinan. Dentro se puede hacer desde patatas fritas a sándwiches pasando por snacks de verduras o pescado.
Hay cientos de canales en redes sociales, que ofrecen toda clase de recetas y trucos. Sobre todo, para hacer de nuestras comidas platos más sanos y menos grasientos. Aunque también hay expertos que explican como limpiar la cocina. Un ejemplo es Gastón Willians, experto en limpieza, que desvela los 3 ingredientes con los que "tener todos los electrodomésticos de acero inoxidable resplandecientes y protegidos". Ahora le toca el turno a la freidora de aire que, aunque se emplee muy poco aceite, se acumulan restos de comida.
Los 6 pasos clave que dejan la freidora de aire como nueva

Si en tu casa tienes una freidora de aire y la usas de forma muy asidua, casi todos los días, es primordial que comiences con una rutina de limpieza. Mi padre, con 64 años es un gran maniático del orden y la limpieza y, desde que se compró este electrodoméstico, le ha salvado más de una cena. Por ello, lo añadió a su listado de limpieza y ahora tiene una tabla con los pasos clave que necesita para que quede como nueva sin perder un segundo.
Retirar, añadir la mezcla y calentar
Los tres primeros pasos son muy similares a cuando se usa el método casero para limpiar un horno lleno de grasa. Lo primero que tienes que hacer es retirar todos los restos de grasa y de comida que haya en el interior, con una microfibra o papel de cocina. Asegúrate muy bien de retirarlos en su totalidad, pero suavemente, sin frotar. En segundo lugar, con la freidora de aire enchufada y fría pon un litro de agua y añádele unas cuantas rodajas de limón.

Si no tienes limón, puedes poner un chorro de vinagre o unas rodajas de otro cítrico. No pongas ninguna clase de detergente o estropearás el proceso. El tercer paso es muy sencillo, programa 15 minutos a 180 grados (un programa similar al de las patatas fritas). No es necesario programar más minutos aunque la máquina esté muy sucia.
Vacía, friega y deja secar completamente
Los siguientes tres pasos tampoco llevaran mucho tiempo. Pasado el tiempo, abre la freidora de aire y vacía el agua que estará llena de restos de grasa. Desenchúfala y déjala enfriar unos minutos. A continuación, friega el cestillo y el interior con una bayeta y -ahora sí- con un poco de detergente, aprovechando el calor y el vapor residual de la máquina frota bien.

Por último es importantísimo dejar secar completamente todo el electrodoméstico al aire libre antes de volver a cerrarlo. si este paso nos lo saltamos, al abrirla, te encontrarás malos olores a causa de la acumulación de humedad. Además, si hay demasiada humedad en la freidora de aire, se reduce mucho la vida útil de la máquina.
Este artículo originalmente se publicó en la revista de papel 2028. El autor original es Lola Ojeda