Las fotografías, si no están en papel, impresas de cualquier manera, pero que se puedan tocar, no sirven para nada. Solo las revisamos en formato digital cuando queremos hacer limpia en el móvil o en el disco duro. Y por eso seguimos siendo muchas las personas que, pese a estar rodeado de tecnología, de nubes y herramientas digitales, seguimos teniendo en casa muchas fotografías en papel. Si es tu caso, el problema es cómo almacenarlas y organizarlas bien teniendo en cuenta el poco espacio que tenemos. Para esto también tiene Marie Kondo una solución.
La organizadora profesional certificada en el método KonMari, la marca registrada de la gurú del orden japonesa, Lisa Tselebidis, explica que las fotos no son una cuestión prioritaria en el método de Marie Kondo si vas a aplicar sus consejos desde cero. Estarían, según la experta consultora, en el último escalón o paso del método. “Las fotos suelen formar parte de la quinta y última categoría si estás ordenando según el método KonMari. Así que asegúrese de hacerlos durar con todos sus otros artículos sentimentales”, dice Tselebidis.
Dicho esto, la consultora especialista en el método de Marie Kondo establece cinco pasos para guardar las fotos como lo haría la japonesa si tuviera pilas y pilas de imágenes en casa como nos sigue pasando a muchos, sobre todo los que ya no somos tan jóvenes, ¿verdad? Los cinco pasos son los siguientes:
- Reunir las fotos: de igual forma que te propone hacer con cualquier espacio o cajas que vayas a organizar, lo primero que tienes que hacer es reunir en el mismo espacio todas las fotos que tienes por casa. “Reúne todas sus fotografías y negativos en una sola pila. Quizás guardes las fotografías en muchos lugares diferentes, como libros, entre otros papeles o en sobres”, apunta Lisa Tselebidis. “Sácalos todos y en un solo lugar”, añade.
- Desecha negativos antiguos: puede que todavía tengas en casa negativos de fotografías sin revelar. Si es así, el consejo ‘by Marie Kondo’ es que los deseches, a riesgo de que los amantes de la historia familiar entren en pánico. “Sí, oíste bien. Lo más probable es que ni siquiera sepas qué contienen. Seamos honestos: si estas fotografías fueran importantes para ti, ya las habrías revelado. Como no lo has hecho, lo más probable es que nunca lo hagas”, afirma Lisa Tselebidis.

- Controlar la alegría: este consejo es muy Marie Kondo, que ya sabemos la importancia que le da a las emociones y al autoestima en todo lo que tiene que ver con limpiar y organizar. Es la clave del proceso para organizar tus fotos como haría ella: “Revisa todas tus fotos y determina cuáles te provocan alegría. Elige cada foto, decide si te hace feliz y clasifícalas en una de dos pilas: fotos que provocan alegría y fotos que no provocan alegría”, recomienda la experta en el método KonMari.
- Da las gracias a las que despides: el cuarto paso no podía faltar si estamos ordenando algo como mandan los cánones del método de la gurú del orden a nivel mundial. Ella siempre se despide de los artículos que en algún momento le han servido pero que ya no le aportan nada. Con las fotos hay que lo mismo. “Deshazte de las fotos que no te provoquen alegría. Antes de hacerlo, asegúrate de agradecerles primero. Luego, puedes triturar tus fotografías o ponerlas en un sobre y desecharlas”, dice Lisa Tselebidis. Este paso, como ves, te lo puedes ahorrar si quieres ir al grano. Marie Kondo no se va a enterar de si te despides y agradeces o no…
- Organizar: por último, toca organizar las que te quedes. “El método más sencillo es organizar tus fotos (aproximadamente) por año y guardarlas en un álbum de fotos o en una caja de fotos”, aconseja la consulta certificada del método de Marie Kondo. “Si hay ciertos eventos (por ejemplo, una boda), ciertamente puedes crear un álbum solo para ese evento. Haz lo que tenga más sentido para ti. Lo más importante es finalmente ordenarlos y colocarlos en un álbum”, reflexiona Tselebidis, que difunde la “palabra” de Marie Kondo.
En cualquier caso, como la propia Lisa Tselebidis asegura, “está perfectamente bien deshacerse de las fotos, incluso si en ellas hay amigos o familiares”. Y es que si algo ya no te hace cuando lo miras, no hay nada de malo en tirarlo. Ya lo dice la especialista en el método de Marie Kondo: “Es sólo una fotografía”.