El desorden no siempre se ve, pero siempre se siente. Lo notas cuando abres un cajón y no encuentras lo que buscas, cuando te asomas al armario y te abruman las prendas que nunca usas, o cuando en la cocina todo parece estar a la vista y fuera de lugar. Esa acumulación silenciosa, que crece con los años casi sin darnos cuenta, termina generando una sensación de agotamiento visual y mental. La casa parece más pequeña, más ruidosa, menos tuya. Afortunadamente, existen técnicas sencillas que ayudan a reconectar con los espacios y recuperar el control sin hacer grandes reformas ni dedicar días enteros al orden. Una de las más efectivas es también una de las más fáciles de aplicar. Se trata de la regla del 12-12-12, una fórmula rápida, clara y transformadora para empezar a desprenderte de lo que ya no necesitas y quedarte solo con lo que realmente suma.
Este sistema transforma la idea de “ordenar” en un ejercicio concreto y alcanzable. A través de 36 pequeñas decisiones, permite recuperar espacio físico, aligerar visualmente cualquier estancia y activar un cambio mental que mejora tu relación con los objetos cotidianos. Lo puedes aplicar en una tarde, en una hora, incluso en menos tiempo si decides empezar por zonas pequeñas. Lo importante es empezar. Este método no impone extremos ni requiere vaciar habitaciones enteras. Es una invitación realista a vivir con menos ruido visual, menos acumulación y más intención. Y lo mejor: se adapta a cualquier ritmo de vida. Ya os hablamos del método de orden exprés de 10 minutos de Marie Kondo. Y ahora nos enfocamos en la regla del 12-12-12.
Por qué funciona la regla del 12-12-12

Este método propone seleccionar 12 objetos para donar, 12 para tirar o reciclar y 12 para conservar con intención. Treinta y seis decisiones bien concretas que pueden tomarse en una sola tarde. No se trata de vaciar armarios a ciegas ni de lanzarse al minimalismo más extremo, sino de dar un paso realista hacia una casa más ligera, funcional y tranquila.
Al aplicar esta regla, lo que cambia no es solo el aspecto de un rincón. También se activa un proceso interior que invita a soltar, a elegir con criterio y a recuperar el vínculo con lo que usamos y valoramos. El resultado es un hogar más sereno y un bienestar que se nota.
Cómo ponerlo en práctica para ordenar

La clave para que funcione es elegir una zona concreta. Puede ser una estantería, un cajón del baño, una parte del armario o el rincón de los tuppers en la cocina. Comenzar por algo pequeño garantiza que no te agobies y que puedas ver el resultado inmediato.
Una vez elegido el lugar, prepara tres bolsas o cajas. En la primera, irán los objetos en buen estado que puedes donar: ropa, libros, accesorios, pequeños electrodomésticos. En la segunda, coloca todo lo que está roto, caducado o que ya no cumple ninguna función. Y en la tercera, guarda solo lo que de verdad usas, valoras o te hace sentir bien.
Adaptarlo a tu ritmo y repetirlo cuando lo necesites

No siempre se llega a los 36 objetos exactos. Lo importante no es la cifra, sino la dinámica. Si una semana solo consigues separar seis por categoría, también es un avance. Este sistema es flexible, y por eso funciona. Se puede aplicar cada quince días, una vez al mes o cuando sientas que hay saturación visual o mental en casa.
También puede convertirse en una rutina compartida. Muchas personas lo aplican en familia, como un pequeño reto doméstico que además educa en el valor de soltar y de no acumular sin sentido.
El orden físico proporciona claridad emocional

La regla del 12-12-12 no solo despeja estantes, armarios o baldas. También despeja la cabeza. Vivir rodeada de cosas que ya no usas o que ni siquiera recuerdas que tienes crea un ruido constante, aunque sea sutil. Cuando eliges de forma consciente qué se queda y qué se va, recuperas control, ganas espacio y respiras mejor.
Incorporar este método a tu vida cotidiana te ayuda a vivir con más calma, más orden y menos carga. Porque cuando tu casa está más clara, tú también lo estás. Y ese es, al final, el mejor regalo de ordenar con intención. Aunque, si quieres probar otras opciones, os dejamos FlyLady, Swedish Death Cleaning y otros métodos de orden para organizar todas las estancias de la casa.