El truco de los expertos en Maisons du Monde para montar un rincón de lectura en los pisos más pequeños (y es mucho más fácil de lo que imaginas)

Un rincón de lectura ordenado y bien pensado puede ayudarte a desconectar y mejorar tu bienestar. Incluso en casas pequeñas, con básicos y una vela aromática, es posible.
Rincón de lectura - Imagen: iStock

Seguro que alguna vez has soñado con tener tu propio rincón de lectura en casa. Un espacio solo para ti, donde puedas desconectar del mundo exterior, envolverte en una manta suave, encender una vela que te relaje y perderte entre las páginas de ese libro que llevas tiempo queriendo terminar. Un rincón que te invite a parar, a bajar el ritmo y a reconectar contigo misma. Pero claro, luego miras tu casa, tu salón o tu dormitorio, y piensas: “No tengo sitio”. Es una idea que muchas personas descartan de inmediato. La buena noticia es que sí lo tienes. Solo necesitas cambiar un poco la mirada y aprender a ver tu hogar desde otra perspectiva.

Los expertos en Maisons du Monde lo tienen claro: no importa cuán pequeño sea tu hogar, siempre se puede encontrar el espacio para crear un rincón de lectura acogedor, bonito y funcional. No necesitas hacer reformas, tirar paredes ni invertir en muebles nuevos. Con un poco de creatividad, algo de orden y unos cuantos elementos básicos, cualquier esquina puede transformarse en tu pequeño refugio personal. ¿Tienes un hueco junto a la ventana? ¿Un rincón al final del pasillo? ¿Una esquina sin usar del dormitorio? Todos esos espacios pueden convertirse en tu oasis particular si los observas con intención y cariño.

Orden y bienestar: mucho más que estética

Antes de lanzarte a decorar con cojines y mantas, hay un paso fundamental que muchas veces se pasa por alto: el orden. Porque sí, tener un rincón de lectura bonito es maravilloso, pero tenerlo ordenado es lo que realmente marca la diferencia. No se trata solo de que se vea bien en las fotos de Instagram, sino de cómo ese orden impacta directamente en tu bienestar emocional y mental. Diversos estudios lo han demostrado: vivir en un entorno limpio y organizado puede mejorar nuestro estado de ánimo de manera notable. No es un simple truco viral, es una realidad que muchas personas están redescubriendo a través del llamado orden consciente.

Rincón de lectura - Imagen: iStock
Rincón de lectura - Imagen: iStock

Este método de orden minimalista con básicos de Ikea está ayudando a mujeres de 50 años a vivir con menos y mejor. Y no solo a ellas. Este enfoque invita a quedarte solo con lo que realmente necesitas y aporta valor a tu vida: un sillón cómodo donde sentarte, una lámpara de luz cálida, una pequeña mesa para tu taza de té o tu libro. Nada más, pero tampoco nada menos. Cuando eliminas lo superfluo y conservas únicamente lo esencial, tu entorno empieza a respirar de otra manera, y tú también. El orden deja de ser una obligación estética para convertirse en una herramienta poderosa de bienestar.

Qué necesitas para tu rincón de lectura (y qué no)

  • Un asiento cómodo. El corazón de cualquier rincón de lectura es, sin duda, el lugar donde te vas a sentar. Puede ser una butaca mullida, una silla acogedora o incluso unos cojines grandes dispuestos directamente en el suelo, si buscas un estilo más relajado e informal. Lo importante es que te sientas a gusto, que invite a quedarte y te abrace mientras lees. Escoge algo que se adapte al espacio del que dispones y a tu manera de desconectar.
Silla mecedora - Imagen: Maisons du Monde
Silla mecedora - Imagen: Maisons du Monde
  • Buena iluminación. Leer requiere una luz adecuada que no canse la vista y que, además, aporte calidez al ambiente. Si tienes acceso a luz natural, aprovéchala al máximo. Colocar tu rincón junto a una ventana es una gran idea. Si no es posible, opta por una lámpara con luz cálida que cree un ambiente íntimo y agradable, ideal para sumergirte en tus lecturas al final del día.
  • Una superficie auxiliar. Necesitarás un lugar donde apoyar tus cosas: el libro que estás leyendo, una taza de café o té, tus gafas o incluso una pequeña planta decorativa. Puede ser una mesita auxiliar, un banco bajo o una caja bonita. Lo importante es que te resulte práctico y te permita tener lo esencial a mano sin saturar el espacio.
  • Una manta suave. Una manta gustosa siempre suma. No solo aporta abrigo en los días más frescos, sino también una sensación de confort que transforma el momento de lectura en un ritual. Puedes elegirla en un color que complemente el resto del espacio o en un tejido que te transmita calma, como lana, algodón o punto grueso.
Rincón de lectura - Imagen: iStock
Rincón de lectura - Imagen: iStock
  • Una alfombra acogedora. Colocar una alfombra bajo tu rincón ayuda a definirlo visualmente y aporta textura, calidez y sensación de refugio. No tiene que ser grande, solo lo suficiente para delimitar el espacio y hacerlo más acogedor. Además, caminar descalza sobre una alfombra mullida suma puntos al confort general.
  • Detalles personales. Para que el rincón hable de ti, no olvides incluir uno o dos elementos decorativos que te conecten con lo que amas: una foto especial, una figura que te inspire, una vela aromática o incluso una planta. Esos pequeños detalles son los que transforman un rincón funcional en un refugio emocional.

Pero si quieres que tu rincón de lectura vaya más allá y se convierta en una verdadera experiencia sensorial, hay un elemento que puede marcar una gran diferencia: el aroma. El olor del espacio donde lees influye directamente en tu concentración, tu estado de ánimo y en cómo experimentas ese momento de pausa. Y aquí es donde aparece una recomendación que nos ha sorprendido gratamente: la vela aromática de Mercadona que recuerda a los perfumes que usaban nuestras madres (por su olor atalcado y limpio que impregna toda la casa). Tiene ese toque nostálgico, delicado y reconfortante que envuelve el ambiente sin saturarlo, creando una atmósfera que invita al descanso y la introspección.

Rincón de lectura - Imagen: iStock
Rincón de lectura - Imagen: iStock

Una vez la enciendes, la transformación es sutil pero poderosa: te calma, te centra y, sin que te des cuenta, empieza a cambiar tu humor. Ideal para acompañar ese momento de lectura al final del día, cuando solo necesitas bajar el ritmo y estar contigo misma. Y si además tu rincón ya está ordenado, decorado con lo justo y cargado de intención, sentirás la diferencia desde el primer momento.

Porque al final, no se trata solo de tener un sitio bonito donde leer. Se trata de crear un espacio con alma, donde te sientas en paz. Un rincón que hable de ti, que huela bien, que esté en orden y que te invite a escucharte. Uno que no necesite mucho para decirlo todo.

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