¿Qué hacer si se me olvidan las cosas?

¿No sabes dónde has puesto las llaves? ¿Siempre omites algo de la cesta de la compra? Descubre si tienes que preocuparte por esos despistes.
Analiza por qué ocurre

Es completamente normal olvidar cosas de vez en cuando, ya sea una cita importante, las llaves del coche o el nombre de alguien que acabamos de conocer. 

Nuestro cerebro procesa enormes cantidades de información todos los días, y a veces ciertas cosas simplemente se escapan. 

Afortunadamente, existen diversas estrategias para mejorar la memoria y minimizar estos olvidos, como llevar un diario, establecer recordatorios, practicar técnicas de asociación o simplemente mantener una mente activa con ejercicios de memoria.

Reconocer que olvidar es humano y saber que hay maneras de ayudar a recordar puede ser tranquilizador y empoderador.

Analiza por qué ocurre

Se debe a diversos factores. Por una parte, el cerebro elimina parte de la información que recibe y lo hace durante el sueño. “Olvidar es una función normal del sistema cerebral, si no lo hiciera se sobrecargaría, lo que debilitaría el entendimiento,” explica la experta Beatriz González, de Somos Psicología y Formación

¿Otras causas? La falta de atención. Intentamos pensar, mirar, hablar, trabajar y contestar al whatsapp al mismo tiempo. “Estar pendiente de todo o intentar ser multitarea, un sistema productivo cada vez más vendido y recurrente, resta concentración”. 

¿La consecuencia? “Podemos dejar abandonadas las llaves, el móvil o cualquier otro objeto..., no registrar una cita, saltarnos una llamada importante... no por un problema de demencia, sino porque hemos pasado de una tarea a otra de forma inconsciente y el cerebro es incapaz de registrar o recuperar el proceso”.

Vigila el nivel de estrés

El estado de ánimo también puede ser determinante. Estar de bajón, sufrir constantes vaivenes emocionales, vivir preocupada, sufrir insomnio, tener ansiedad, estar cansadas... nos hace proclives a padecer olvidos, estamos sobrecargados y se dispersa la atención. 

De hecho, hay estudios que indican que el estrés crónico podría disminuir el tamaño del hipocampo, una región del cerebro directamente relacionada con el buen funcionamiento de la memoria.

¿Cómo calmar la mente y evitar la amnesia? Intenta vivir de forma más consciente, tómate las cosas con calma y entrena la memoria con sencillos ejercicios que te pongan de buen humor. 

Repite secuencias de números, juega con las cifras, altera el orden de las letras de una palabra e intenta formar una nueva y ve aumentando la dificultad. “Al intentar atender cuestiones cada vez más complejas retrasas la aparición de problemas cognitivos, refuerzas la musculatura mental y mejoras la neuroplasticidad (la capacidad del cerebro para formar nuevas conexiones nerviosas de calidad)”.

Cuida la retentiva

A veces los fallos de memoria se producen porque fabricamos los recuerdos asociados a un objeto, un lugar o una persona y no hay un almacenamiento correcto. 

Es decir, es ese momento en el que vas a buscar algo y, al cambiar de estancia, ya no sabes que tenías entre manos y te preguntas: “¿a qué venía a la habitación?” El suceso se ha desvanecido y no ha quedado registrado.

¿Qué hacer? “Ante todo, no lo vivas con angustia, ya que eso impide que regrese la memoria. Serénate y vuelve al lugar de origen. Mira alrededor, te dará pistas sobre lo que querías hacer”. 

¿Una opción a largo plazo para cultivar la memoria reciente? “Cada noche, cuando estés en la cama, cierra los ojos durante unos instantes y trae a la mente todo lo que ha acontecido durante el día. Es una fórmula excelente para impedir las lagunas mentales”.

Evita que afecte a tus relaciones

Está claro que olvidar el nombre de alguien o tener esa palabra en la punta de la lengua puede quedarse en una mera anécdota graciosa o causar fastidio, pero hay descuidos que sí pueden pasar factura a nivel relacional y emocional. 

Por ejemplo, no felicitar a tu madre por su cumpleaños, olvidar la fiesta de fin de curso de tu hijo... “Tus allegados se sentirán ninguneados, poco valorados, decepcionados e incluso pueden vivir el despiste como un agravio que a la larga genere rencor e incomprensión”. 

Además, también hay un coste emocional para el olvidadizo. “Se ve afectada la autoestima del despistado porque siente que no ha estado a la altura, lo que genera frustración y malestar”.

Prevenir antes que curar

La memoria se ve afectada por el envejecimiento. De hecho, los expertos indican que se produce una reducción en el peso y volumen del cerebro en torno a un 2% por cada década que pasa; además la zona del hipocampo (mencionada anteriormente) muestra un declive a partir de los 50 años. 

Pero eso no significa que nos pase a todos. “Hay quien conserva unas facultades intelectuales prodigiosas durante toda su vida”. Lo que es vital es saber reaccionar. 

“Un diagnóstico precoz de que se sufre un deterioro cognitivo (hay diferentes grados), permite establecer un plan de actuación individualizado que impide mayores daños e incluso evita que un caso benigno evolucione hacia una demencia”.

Cuida las relaciones sociales

Interactuar con otras personas contribuye a activar los recuerdos y mejora las estructuras mentales.

Relájate

Hay técnicas como el mindfulness (poner el foco en el momento presente) que fomentan el relax, fortalecen la capacidad de evocación y refuerzan los recuerdos.

Mantén la mente activa

Lee, estudia, realiza pasatiempos y crucigramas y lleva un diario.

Pide ayuda si los lapsus interfieren en el día a día

En principio, las distracciones no deberían traernos de cabeza salvo que dificulten el desarrollo de la vida diaria; es decir, que detectes que olvidas de forma sistemática la medicación, que no recuerdas la dirección en la que vives, que tengas problemas continuos con el manejo del dinero... 

La primera recomendación es que pares y analices qué pasa en tu vida: tienes presiones en el trabajo, atraviesas una crisis de pareja o personal, sientes una gran preocupación por algo... Si te encuentras sumergida en alguno de estos problemas, lo normal es que los fallos de memoria no se deban a una patología degenerativa. Pero si aun así estos fallos te generan angustia, consúltalo con tu médico.

Haz ejercicio físico

Hay estudios que indican que una práctica deportiva regular ayuda a oxigenar el cerebro y mantiene sus funciones.

Céntrate en una tarea

No intentes estar a todo, es imposible. “Pon el foco en una tarea y no pases a otra hasta que hayas terminado”.

Entrenamiento olfativo 

El olfato desempeña un papel fundamental en nuestra vida diaria, y su importancia va más allá de simplemente disfrutar de los aromas. 

Se ha demostrado que los olores tienen una conexión directa con la memoria y las emociones, lo que significa que pueden evocar recuerdos vívidos y emocionales de forma rápida y poderosa. El entrenamiento olfativo, que implica la exposición regular a diferentes olores y la práctica en la identificación y asociación de estos, puede mejorar significativamente nuestra memoria. 

Al igual que entrenamos nuestra mente con ejercicios de memoria, el entrenamiento olfativo fortalece las conexiones neuronales en el área del cerebro relacionada con la memoria, lo que nos ayuda a recordar mejor eventos, personas y detalles. 

Esta capacidad de mejorar la memoria a través del olfato puede ser especialmente beneficiosa en el tratamiento de trastornos de la memoria, como el Alzheimer, y en la vida cotidiana para recordar información importante de manera más eficaz.

DimaBerlin

Sigue un estilo de vida neurosaludable

Cuida la dieta y el descanso nocturno y no tomes sustancias tóxicas (alcohol o drogas).

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