Revista Mía

6 remedios caseros para eliminar (o suavizar) la tos

Comienza la época de catarros

Con la llegada del mes de octubre y del otoño, principalmente, arranca un tiempo característico en el que nuestras defensas bajan un punto respecto a los meses anteriores. ¿Qué quiere decir esto? Que estamos un poco más débiles por dentro y caer enfermas es mucho más fácil. Si has experimentado alguna vez esto, no te preocupes, es lo más lógico del mundo.

Uno de los síntomas en los que se traducen los catarros es la tos, que no es más que una defensa del sistema inmunitario para expulsar microbios, polvo, químicos y otros irritantes. Es precisamente por eso por lo que no se recomienda intentar frenarla o aguantarse las ganas de toser.

Para que tu catarro sea más llevadero, liviano, y que puedas dormir por la noche, te proponemos seis soluciones caseras, que podrás hacer tú misma de manera sencilla, para sofocar lo incómoda que resulta la tos. En muchos de ellos está presente el elemento clave para combatirla, la miel.

Miel y limón. Un clásico con muchísimos años de historia, pero que siempre suele funcionar. Mezcla en un vasito dos cucharadas de miel y el zumo de medio limón exprimido. Hazlo durante varias veces al día (si es en gárgaras mejor) y notarás cómo tu garganta se suaviza.

Jarabe de rábano. Licúa 10 rábanos junto a una taza de zumo de limón y media taza de agua. Cuélalo y a la mezcla súmale 2 o 3 cucharaditas de miel. Hiérvelo a fuego lento durante media hora y tómalo cada cuatro horas.

Chocolate negro. Probablemente sea la opción más rica y la más placentera. Según algunos estudios, el chocolate puro contiene teobromina, un componente que combate la tos incluso mejor que algunos medicamentos. Esto no es una excusa para darte un atracón (todas lo hemos hecho), ya que con 2 onzas es suficiente.

Jarabe casero. Si no eres muy dada a consumir fármacos, prueba a hacerte tu propio jarabe casero. Hierve 1 litro de agua junto a una cucharadita de orégano. Deja reposar y cuélalo. Después endulza con otra de miel de eucalipto o de tomillo.

Pimienta picante. Si padeces de una tos con mucha mucosidad, echar las flemas te permitirá sentirte mucho mejor. Para ello, añádele unas gotitas de pimienta a la solución.

El vapor. Es una de las mejores armas para calmar la tos y la congestión nasal fruto del catarro. Hierve agua junto a unas hojas de eucalipto y laurel durante 10 minutos. Después, con la ayuda de una toalla en tu cabeza, aspira el vapor profundamente. Se recomienda hacer entre 2 y 3 veces al día. Si la tos persiste, no dudes en acudir a un especialista médico que te oriente y te explique las posibles causas.

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