Es un problema más común del que imaginamos, aunque no es tan normal como lo pintan. Según las últimas estadísticas publicadas acerca de este tema, el 40 % de la población ronca, un importante número que, sin embargo, sigue estando por debajo de lo que se considera una problemática muy generalizada.
Otro de los puntos curiosos acerca de la roncopatía es la dificultad de quienes la padecen de asumirlo. ‘Yo no ronco’ es la respuesta más común que se escucha en las reuniones y debates en los que el tema sale a relucir. Seguidamente, si es que vivimos en pareja, comienza (en la mayoría de los casos) una encendida discusión entre ambas partes para convencer al resto del ‘sí roncas’ y el ‘no ronco’ respectivamente.
Lo más curioso es que, en la mayoría de los casos, se puede suavizar la intensidad y frecuencia de los ronquidos ya que la presencia de esta molesta forma de respirar, parte de malos hábitos de alimentación y otros como el tabaco. ¿Qué deberíamos decirle a nuestra pareja si los ronquidos son ‘el tercero en nuestra relación’? He aquí algunas recomendaciones que podéis hacer vuestras.

-La postura es muy importante. Es muy poco recomendable dormir boca abajo ya que la presión sobre el esternón provoca que nuestras vías respiratorias tengan un mayor impedimento a la hora de respirar, una situación que se presta al ronquido. Tampoco dormir boca arriba es lo más ideal. La postura perfecta es acostarse lateralmente. Es la mejor manera de abrir nuestras vías respiratorias.
-Adiós al tabaco y el alcohol. Es una verdad científica que el humo del tabaco provoca sequedad en la garganta y vías respiratorias provocando que la respiración sea anormal y por tanto aparezcan los ronquidos. En cuanto al alcohol sucede algo parecido al tratarse de un relajante muscular que provoca un estrechamiento de los músculos.
-Dieta saludable. Es importante mantener a raya nuestro peso. Está comprobado que las personas con problemas de sobre peso son más susceptibles a roncar. Un buen motivo para ponerse a dieta.
-Algunos remedios. Existen algunos remedios caseros que ayudarán a nuestro organismo a suavizar nuestros ronquidos. El té de salvia o de cebolla, ayudan a suavizar nuestra garganta e hidratar nuestras vías respiratorias actuando de manera directa sobre la sequedad.