¿De verdad salen granos por comer chocolate?
Averiguamos si se trata de un falso mito o una amenaza real que puede empeorar los síntomas del acné.
De toda la vida se ha dicho en el ámbito familiar que el consumo de cacao fomentaba el acné. Este mensaje ha pasado de generación en generación sin que muchos de los emisores ni de los receptores supieran si era cierto o si, por el contrario, no era más que un mito utilizado como arma disuasoria para alejar a los niños y adolescentes del chocolate.
Si eres de los que se pregunta de vez en cuando si este tipo de afirmaciones históricas vigentes en el presente entre la opinión pública son verdad, has clicado en el texto adecuado porque nos hemos preguntado lo mismo que tú y hemos decidido intentar aportar luz al respecto.
Hay que decir al respecto en primer lugar que la relación entre consumo de cacao y acné tiene fundamentos científicos, pero no tanto por el hecho del chocolate en sí mismo, sino por su composición grasa y por su alto índice glucémico. Estudios que ya han quedado obsoletos en muchos casos así lo afirmaban, extendiendo el impacto en el acné de cualquier alimento con una composición de estas características.
Con los años este interesante objeto de estudio perdió interés entre los investigadores, o al menos no se obtuvieron resultados interesantes hasta estos últimos años, en los que algunos estudios científicos han puesto de manifiesto que efectivamente el cacao puede agravar los síntomas del acné en algunas personas.
La importancia de una alimentación saludable
Eso sí, no es lo mismo que haga que empeore a que sea la causa principal de su aparición, ya que hay factores genéticos y alimentarios con más peso. Esto significa que si el cacao se consume de forma moderada y que, sobre todo, si la dieta que se sigue es saludable y variada, alejada de los productos ultraprocesados, dichas consecuencias en el acné serían limitadas.
Una vez aclarado este matiz, conviene abordar otro: no son los lácteos los que provocan que el acné pueda ir a más, ya que la investigación reciente apunta a que también ocurre con el consumo de cacao. Por lo tanto, hasta la fecha, no se le puede echar la culpa al chocolate con leche ya que el de 99% de pureza no está “libre de pecado” en este sentido. Bien es cierto que, en líneas generales, este último es saludable si se consume de forma moderada, cosa que no se puede decir del primero.
Los flavonoides, los principales culpables
Uno de los motivos por lo que algunos estudios se han centrado en el cacao puro es precisamente para tratar de averiguar si había diferencias con los que contienen lácteos y edulcorantes, entre otros componentes. Y el hecho de que parezca que en el acné el cacao puro sí tiene incidencia negativa en algunos casos ha hecho que la comunidad científica especializada apunta a los flavonoides como el causante de que el acné pueda ir a más al aumentar la inflamación.
Los flavonoides son unos compuestos de las plantas que están presentes en algunos alimentos. Tienen efectos positivos, pero parece ser que también alguno negativo, como ocurre con su ingesta a través del cacao y la evolución del acné.