Estás de vacaciones en la playa, te sientas a comer en un chiringuito en la costa… y pides una buena mariscada. Pedir marisco en verano es para muchas personas una auténtica tradición, aunque no son tantas las que saben que este tipo de alimento no es precisamente el más recomendable en esta época del año. Por lo general hay mayor riesgo de intoxicación y una peor calidad y sabor, sin embargo esto varía según la especia y la región.
Por mucho que apetezca una mariscada en estas fechas festivas, el verano es de hecho la peor época del año para comer marisco y hay varias razones que te harán replantear tu decisión la próxima vez que vayas a un restaurante, si solías pedirlo con frecuencia… ¡Toma nota de ellas!
Carne más blanca y con menos sabor
¿Sabías que el verano es la época en la que los animales que forman parte de las mariscadas entran en su fase reproductiva? Desde principios de mayo hasta finales de agosto se producen cambios en su metabolismo, y animales como las cigalas, las langostas o los cangrejos pierden peso de forma natural. Su carne se vuelve más blanca y menos firme, por lo que generalmente tiene menos sabor y es de menor calidad que la que puedes encontrar si los consumes en los meses de otoño o de invierno.
Marisco congelado
Ten en cuenta que en gran parte de restaurantes y bares -para cubrir la alta demanda de la temporada- optarán por ofrecer marisco congelado. Es cierto que el marisco congelado -si ha sido pescado en temporada- mantendrá muchas de sus propiedades intactas, pero no tendrá la misma calidad que el marisco fresco.

Época de muda
El verano también es época de muda de muchos crustáceos, que se desprenden en estas fechas de su exoesqueleto que los protege, mudándolo por el que se ha ido formando debajo. Esto puede producir que te encuentres con marisco con menos carne o con una especie de membrana dura fruto de esta transformación que no te gustará probar.
Calor y conservación
Las altas temperaturas pueden echar a perder un producto fresco si este no está conservado adecuadamente. Es esencial que el marisco se mantenga frío todo el tiempo hasta su consumo para que no pierda propiedades y no se estropee, algo que no siempre se cumple. De ahí que el riesgo de consumir marisco en mal estado y de sufrir intoxicaciones de algún tipo sea más frecuente en estos meses del año. Presta atención: si el marisco huele demasiado fuerte o tiene un color poco natural, es una señal de que no es apto para ser consumido.
Elige marisco de temporada
“En los meses sin erre, ni mariscos comas ni mariscos compres”, dice el famoso refrán. Si aun así te apetece consumirlo, presta atención al marisco más apto para esta época del año. ¿Cuáles son los marisco de temporada y las mejores opciones para el verano? Opta por gambas grises, bogavantes, camarones, langostas, cigalas, ostras, mejillones y nécoras. Por el contrario, no te recomendamos tomar gambas rosadas, percebes, vieiras, berberechos, pulpo o sepia, ya que no son de temporada.