La ensalada es un plato mundialmente conocido por su sencillez y por ser muy económico. Aunque se ha convertido en la comida más odiada en el mundo de las dietas, es una preparación nutritiva, llena de vitaminas y con propiedades depurativas e hidratantes. La identificamos como el plato más sano por antonomasia, aunque todo depende de los acompañamientos, del aderezo y de la salsa que elijamos, puntos fundamentales para diferenciarla de una ensalada insípida.
La ensalada se lleva comiendo desde hace miles de años, y ya era conocida por los persas y por los egipcios. Estas civilizaciones aprovechaban su amplio cultivo de verduras y frutas para consumirlas crudas. Aunque en un principio la “herba salata” se ingería con agua y sal, el antes y el después vino cuando se incluyó el aceite y el vinagre. Estos ingredientes, junto con el zumo de limón, actuaban como conservantes y consiguieron gran popularidad por ensalzar el sabor de las verduras y las hortalizas.
A medida que pasaron los años, las salsas fueron evolucionando e incrementando su potencia. Una de las más conocidas a lo largo de la historia fue el “garum”, hecho de tripas de pescado en salazón. El éxito de la ensalada aumentó por los numerosos nutrientes que posee, tales como el betacaroteno, la vitamina A, C o la fibra, esencial para regular el tránsito intestinal y para reducir el colesterol.
Aunque los tres principales ingredientes de un buen aliño son el aceite,la sal y el vinagre, la forma de aliñar las ensaladas ha cambiado mucho. Hoy en día puedes disfrutar de las vinagretas, la salsa césar o la salsa rosa, que se han convertido en todo un clásico del mundo de los aliños. En esta galería te proponemos algunas de las salsas más deliciosas, con las que puedes darle por completo la vuelta a tus ensaladas más sencillas. Aquí te mostramos cómo hacer salsa de queso azul, salsa verde fría, salsa de ajo negro o salsa de fruta de la pasión. Toda una combinación de aromas que hará que te hagas adicta a las ensaladas.
Vinagreta
Un par de cucharadas de aceite y una de sal. Las batimos juntas y obtenemos una vinagreta sencilla y perfecta para las ensaladas.
Salsa de yogur
Es una de las más populares. Cogemos un yogur desnatado, lo mezclamos con el zumo de medio limón, un par de cucharadas de aceite de oliva, un poco de perejil picado, sal, pimienta y… ¡a disfrutar de una salsa ligera y sabrosa!
Aderezo de mostaza
La mostaza es una de las salsas más ligeras. Podemos preparar un delicioso aderezo para ensaladas con una cucharadita de aceite, una de vinagre, un poco de mostaza y orégano.
Vinagreta de hierbabuena
Un par de cucharadas de vinagre de sidra, un poco de aceite, unas ramitas de hierbabuena, pimienta y sal, son suficientes para hacer una deliciosa vinagreta de hierbabuena. Solo hay que batir el vinagre, la pimienta, la sal y el aceite juntos y, después, añadir las hojas de hierbabuena picadas.
Vinagreta de albahaca
Un par de cucharadas de vinagre balsámico, tres cucharadas de aceite de oliva, una cucharada de soja, una cucharada de agua para rebajar, una cucharadita de pimienta negra y tres hojas de albahaca picaditas. Lo batimos todo junto y tenemos nuestra vinagreta de albahaca.
Salsa de queso azul
Si quieres darle un toque intenso de sabor a tus ensaladas, esta es tu salsa perfecta. Aprovecha toda la potencia del queso azul en esta mezcla de queso azul, crema agria, una cucharadita de cebolla y ajo en polvo y, por último, un chorro de zumo de limón.
Salsa romesco
Esta tradicional salsa no solo se puede usar como aliño de guisos, sino que también es perfecta para tus ensaladas. Solo tienes colocar sobre una bandeja de horno tomates, una rebanada de pan y ajos durante 30 min. El siguiente paso es licuar todos los ingredientes junto con romero, almendras, avellanas, ñora, vinagre y un chorro de aceite. Si quieres más picante solo tienes que incorporar a la mezcla cayena.
Salsa miel y mostaza
La combinación de miel y limón vuelve loco a todo el mundo y es perfecta para añadir en muchos platos, además de en ensaladas. La receta es extremadamente sencilla: solo tienes que mezclar zumo de limón, vino blanco, miel y mostaza. Añade a la mezcla aceite, sal y pimienta al gusto.
Salsa de aguacate y pepino
Esta salsa es adictiva gracias al aguacate ya la combinación de sabores. En un bol mezcla pepino y aguacate triturado, aceite de oliva, yogur natural, orégano, un diente de ajo, ralladura de limón, pimienta y sal. Y tendrás lista una salsa original y con unos aromas que te encantarán.
Salsa rosa
La tradicional salsa rosa se puede hacer de forma fácil y sana en tu propia casa. Solo tienes que preparar tú misma la mayonesa y añadirle zumo de naranja, tomate triturado y pimienta al gusto.
Salsa tártara
La salsa tártara es otra de esas preparaciones que puedes encontrar en el supermercado lista para consumir. Por supuesto, la versión casera que te proponemos es mucho mejor. Necesitas mezclar mayonesa, pepinillos picados, cebolla, perejil, sal y pimienta.
Salsa verde
Una preparación muy sencilla de hacer y con mejor resultado: salsa verde fría. Solo tienes que mezclar mayonesa, puré de espinacas y perejil picado.
Salsa de fruta de la pasión
Una de las salsas más originales de esta galería es la vinagreta de fruta de la pasión o de maracuyá. Solo tienes que mezclar vinagre blanco, una cucharada de miel, aceite de oliva, zumo de maracuyá, sal y pimienta.
Salsa de nueces y coco
Es muy probable que el sabor de esta salsa te sorprenda por los ingredientes que la componen. La mezcla se hace con crema de nueces, yogur de coco, cilantro y zumo de lima. El resultado no te dejará indiferente.