Pues no es tan complicado… Aquí tienes las claves básicas. Luego ¡juega!
¿De verdad sabes qué es?
Sí, el mismo nombre lo aclara: la obtención de múltiples orgasmos. Fisiológicamente, ya es un poco más complicado de explicar: "El orgasmo es un proceso de liberación física en el que aumenta el flujo sanguíneo y se produce la miotonía, es decir, la acumulación de energía en las terminales nerviosas y los músculos a lo largo de todo el cuerpo", dice la sexóloga Rosa Sanz, de Madrid, que agrega: "Si dicha estimulación continúa de manera eficaz, antes de que disminuya la tensión sexual, la mujer, y algunos hombres afortunados, son capaces de presentar varios orgasmos sucesivos, o llegar a tener un orgasmo relativamente largo".
Siempre que nos relajemos y tengamos un proceso de excitación eficaz previo, "todas las mujeres que no tengan problemas orgánicos pueden tenerlo".
No obstante, son necesarias ciertas condiciones: una salud buena (si existe alguna enfermedad o lesión en los órganos implicados en el desencadenamiento del reflejo orgásmico, puede resultar imposible); la estimulación erótica tanto física como mental; la relajación ("una persona tensa no tendrá su cuerpo y su mente predispuestos a sentir placer, sino en actitud de defensa", dice la experta).
Vayamos a lo que nos interesa, ¿verdad? "Una vez que se ha conseguido el orgasmo, si se sigue con la estimulación y ésta es efectiva, antes de que disminuya la tensión sexual se puede conseguir otro y después otro", asegura la experta.
Bien, ¿cuál es el tipo de excitación que necesitamos? "No hay técnicas mágicas que funcionen para todas nosotras. Los estímulos sexuales dependen de cada persona; lo que a una le puede excitar en otra puede desencadenar el efecto contrario. Lo que sí nos es común es que -tras el orgasmo- la zona genital es mucho más sensible, por lo que resulta conveniente cambiar la técnica de estimulación empleada para obtener el primero", dice Sanz.
"Lo primero es el autoconocimiento y la experimentación, algo que no todas las mujeres se permiten por la educación que han recibido", apunta.
¡Juega con tu cuerpo: conócelo (es tuyo y de nadie más). "La masturbación no es mala para la salud, siempre que no se vuelva obsesiva: permite conocer lo que nos gusta y lo que no; mediante ella podemos averiguar qué técnicas nos llevan a un mayor grado de excitación".
¡Buena comunicación! Sé clara y delicada, pero déjale claro lo que más te estimula, lo que deseas.
"Necesitamos transmitir qué nos gusta y qué no. El diálogo favorece el entendimiento y la satisfacción antes, durante y después de la relación sexual. Así que, lo mejor que puede hacer la pareja para ayudar a una mujer a conseguir un multiorgasmo y a que disfrute de la relación es preocuparse por lo que le gusta, estar atento y receptivo a sus peticiones".