Puto, pastel de arroz típico de Filipinas

Un postre típico de Filipinas, es un pastel de arroz cocido al vapor al que se le conoce con el curioso nombre de “puto”.
Puto Pastel De Arroz T Pico De Filipinas

Un postre típico de Filipinas es un pastel de arroz cocido al vapor al que se le conoce con el curioso nombre de “puto”, que se elabora básicamente con arroz o harina de arroz, azúcar y huevos. La mayoría de recetas incorporan leche de coco. Con todos los ingredientes se forma una masa y se cuece al vapor. El resultado es un delicioso, esponjoso y dulce pastelillo de arroz que se sirve como desayuno o postre.

Originariamente, el puto es un pastelillo redondo de color blanco y textura lisa, pero en la actualidad existen numerosas variedades que adoptan el color de los ingredientes que se le añaden a la base para darle sabor, por ejemplo banana, guayaba o papaya. Al agregársele otros ingredientes comunes en la gastronomía filipina como el ñame púrpura (llamado ube) o el pandan (Pandanus amaryllifolius), cambia ligeramente el color y el sabor del producto final. También se le agregan otros colorantes que cambian el color, pero mantienen su sabor. En la mayoría de las variaciones se le agrega leche de coco. Los puto se parecen bastante a los mochi japoneses.

El puto es una joya de la repostería filipina, conocida por su textura esponjosa y su sabor dulce y reconfortante. Su elaboración se remonta a siglos atrás, cuando los habitantes indígenas de Filipinas utilizaban métodos tradicionales para preparar alimentos a base de arroz. A través de generaciones, esta receta ha evolucionado, incorporando nuevos ingredientes y técnicas culinarias, pero manteniendo siempre su esencia arraigada en la cultura filipina.

La base del puto es el arroz glutinoso, también conocido como "malagkit" en filipino, que se muele y se combina con azúcar, agua y levadura para crear una masa suave y elástica. Esta masa se vierte en pequeños moldes de bambú o metal, conocidos como "puto molds", que se colocan sobre vapor para cocinar lentamente hasta que el pastel esté completamente cocido.

Lo que hace al puto verdaderamente especial son las variaciones regionales y personales que se le pueden dar. Algunas versiones pueden incorporar ingredientes adicionales como coco rallado, queso, ube (un tipo de ñame morado) o incluso chocolate, añadiendo capas de complejidad y sabor a este ya de por sí delicioso manjar.

Además de su exquisito sabor, el puto también tiene un significado cultural profundo en Filipinas. Es una presencia constante en celebraciones y eventos importantes, desde fiestas familiares hasta festivales comunitarios. Se sirve como postre, merienda o acompañamiento, y su versatilidad lo convierte en un elemento indispensable en la mesa filipina.

El puto también ha encontrado su camino fuera de Filipinas, ganando popularidad en todo el mundo gracias a la diáspora filipina y a la creciente apreciación global por la cocina asiática. Hoy en día, se puede encontrar en panaderías y restaurantes filipinos en todo el mundo, deleitando a personas de diferentes culturas con su singularidad y sabor auténtico.

La cocina filipina se encuentra influenciada tanto por las cocinas del Sureste Asiático como por la cocina española debido a tres siglos de colonización hispana, efecto que se nota en platos como el lechón, la preparación de arroces con estilos similares a las paellas y los cocidos. Por regla general, los filipinos tradicionalmente tienen tres comidas al día -almusal (desayuno en filipino; conocido como almuerzo en Filipinas), tanghalian (almuerzo en filipino; conocido como comida en Filipinas) y hapunan (cena en filipino) más un aperitivo por la tarde denominado merienda.

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