Aunque una de las primeras cosas que enseñan en la facultad de periodismo a los futuros "juntaletras" es a no escribir en primera persona, hay ocasiones en las que se hace imposible no romper las reglas. Esta es una de ellas. No puedo comenzar el texto confesando lo difícil que es elegir entre tanta variedad y calidad para hacer una lista limitada como es el caso del tema que nos ocupa: un paseo con postas por la mítica calle Laurel y alrededores en la ciudad de Logroño.
La Laurel no es como la calle Serrano de Madrid, donde se agolpan boutiques de lujo, pero si hablamos de hedonismo, en realidad no tiene nada que envidiarle. ¿Por qué? Porque pocos lugares de España concentran semejante cantidad de pequeños manjares culinarios en forma de pinchos. Para que lo entiendas de forma gráfica si nunca has estado: es más fácil que te toque la lotería que encontrar una persona triste en un bar de la mítica calle de la capital riojana.
Y es que tapear por la Laurel es una experiencia especial. Se une lo mejor de la gastronomía, el sabor, con lo mejor de la vida, compartir momentos de calidad con personas cercanas, ya sean amigos o familiares. No es casualidad que los bares que pueblan esta zona de Logroño y más concretamente sus recetas, se hayan convertido desde hace tiempo en uno de los principales reclamos turísticos de la ciudad.
Que nos perdonen todos los que no están, pero bien merecen estar los que hemos incluido en la lista. Estos son los 10 bares en los que la parada se antoja obligatoria y su tapa estrella. La premisa al elaborar la lista ha sido, además de que los pinchos estén ricos, por supuesto, tratar de incluir 10 estilos de tapa distintos entre sí, descartando por tener similitudes claras algunas recetas excelentes con otras si cabe un poquito mejores que sí hemos incluido en la lista. Y digo hemos porque si hay algo imprescindible de salir de pinchos es hacerlo en compañía, así que es de justicia poética que las recomendaciones sean consensuadas con auténticos abonados a la calle Laurel.
Bravas del bar Jubera
Es el antiguo bar La Mejillonera, presente en la zona desde el año 80 del siglo pasado, sus bravas son un clásico imperdible: crujientes por fuera, semideshechas por dentro y con el punto de picante perfectamente equilibrado.
Laurel, 18.
Brocheta de langostino con piña del bar Juan y Pinchamé
Esto de la piña en platos salados trae mucho debate -véase la pizza-, pero a nosotros nos gusta especialmente cómo combina con el langostino y pasados ambos ingredientes por la plancha. La piña, por supuesto, es natural.
Laurel, 9
Pincho moruno del bar Páganos
Parada para los amantes de los clásicos porque aquí hacen un pincho moruno a la brasa excelente. A veces no hace falta complicarse la vida para ofrecer una tapa de nota. Este es uno de esos casos. El secreto, el punto que le dan al carbón vegetal a la carne.
Laurel, 22.
Matrimonio del bar Blanco y Negro
Hay que dejar hueco a la tradición en la lista porque la Laurel lo es para la ciudad de Logroño. Por eso, y porque está muy rico, hemos hecho hueco en la lista a la versión del matrimonio, un montadito con anchoas y pimiento verde, del bar más antiguo de la zona.
Travesía del Laurel, 1.
Rotos de la bodeguilla Los Rotos
No hace falta comerse mucho el cerebro para deducir por qué el establecimiento se llama así, como el plato estrella de la casa. Los huevos rotos son uno de los platos que más gustan de la cocina española pero no son tan fáciles de hacer. Aquí puedes inspirarte con su versión presentada sobre un bollo de pan tierno. Los hay de distintos ingredientes.
San Agustín, 8.
Champiñón a la plancha con gamba del bar Soriano
Original de 1972, es otro de los clásicos de la calle Laurel, y ojalá dure muchísimos años más porque no queremos perdernos por nada del mundo ese champiñon a la plancha pinchado con un palillo que viaja a su vez con una gamba. Todo descansa, aceite incluido, sobre un trozo de pan. ¡Se come de un bocado!
Laurel, 2.
Tortilla de patatas del bar Sebas
Dura competición por ser la mejor tortilla de patatas la que hay en la calle Laurel y alrededores, pero hay un clásico de sobresaliente, la del bar Sebas.
Albornoz, 3.
Ensalada de tomate de El soldado de Tudelilla
Es hora de poner un poco de contrapunto a tanta tapa potente y no hay mejor forma de hacerlo sin salir de la zona que con una ensalada de tomate de El Soldado de Tudelilla. Cebolla, aceitunas, una vinagreta excelente y los tomates de matrícula de honor. Imagínate cómo estará de rica para que la incluyamos siendo una ensalada tan básica a priori.
San Agustín, 33.
Tigre del bar 5 Pesos
Menos mal que no se ha perdido del todo la receta del tigre, el mejillón que nos recuerda a la croqueta. En la zona de la calle Laurel hay un templo del tigre de parada obligatoria, el bar 5 Pesos, donde bordan la receta.
República Argentina, 27.
Bocata Tío Agus del mesón Lorenzo
Cerramos con otro de los montaditos imperdibles en un día de tapas por la calle Laurel, el Tío Angus. Si fuera un libro, podríamos catalogarlo como best seller de todo lo que se vende en cualquiera de sus cuatro versiones. Están buenísimas todas ellas así que es normal que así sea. La clave, la salsa de fórmula secreta.
Travesía de Laurel, 4.