Es un hecho, Can Yaman arrasa por donde pasa. Da igual el país que visite, miles de seguidoras de todas las edades hacen colas interminables para respirar, aunque solo sea por un segundo, el mismo oxígeno que el galán turco.
La primera vez que el rey de las telenovelas otomanas visitó España fue para darle una sorpresa a Jesusa, una mujer de casi 80 años que vivía enganchada a las ficciones del turco. Yaman acudió al programa de Carlos Sobera, Volverte a ver para hacer realidad su sueño y agradecerle todo el cariño que le había demostrado.

Por eso, cuando Can se enteró hace apenas dos meses del fallecimiento de Jesusa, no dudó en compartir a través de su cuenta de Instagram una tierna imagen de su encuentro. Y es que, según confesó María José, la hija de Jesusa, su madre salió de una profunda depresión gracias a las series del turco. «Gracias a él, mi madre no cayó en un pozo sin fondo», expresó María José.

Avalancha de fans
Durante su primera visita a España en 2019, el actor causó una auténtica revolución. Cientos de seguidoras pasaron horas en el aeropuerto de Madrid para conseguir una foto suya y el actor tuvo que ser escoltado por la policía hasta su vehículo debido a la multitud de personas que le esperaban.

Durante su estancia en nuestro país, Yaman también coincidió con el actor Javier Bardem en los premios de la Fundación Aisge. El pasado 10 de febrero, la estrella de Pájaro soñador volvió a pisar nuestra tierra, pero esta vez para viajar a Barcelona, con motivo de su gira solidaria Break the Wall, organizada por su fundación.
Meses antes de su llegada, se pusieron a la venta 250 tiquets para poder cenar con el ídolo turco que se agotaron en media hora. El dinero, como era de esperar, fue utilizado para causas benéficas.
Recordamos que hace un par de años, el histrión pudo cumplir su gran sueño: «El de poder ver a los niños hospitalizados volver a jugar». Por eso creó la Fundación Can Yaman for Children, una organización solidaria que promueve actividades de interés social para niños ingresados.
Barcelona se rinde a los encantos del turco
Can Yaman aterrizó en el aeropuerto de Barcelona el pasado 10 de febrero como parte de una visita exprés que solo duró dos días. Lo primero que hizo fue compartir unas fotos en sus redes justo después de bajarse del avión en las que se podía leer: «La calma antes de la tormenta». Y es que tenía claro que, la legión de fans que le esperaba la primera vez que vino a España, esta vez sería aun mayor.
«Barcelona está en llamas... Ha sido un concierto sin tener que cantar. Voy a compartir en los próximos días todos los momentos emotivos de mi corto pero intenso tiempo en España, todos los abrazos cálidos y momentos conmovedores de nuestra visita al hospital. Gracias por asfixiarme con este calor familiar y apoyar nuestra caridad que es también vuestra caridad. ¡Vamos! ❤️ ❤️», compartía en Instagram.
Una fan entregada
El fenómeno fan existe desde tiempos inmemoriales. Diana de Gales, Taylor Swift, los protagonistas de Crepúsculo, Camela... Las celebrities son capaces de conquistarnos a través de la pantalla o en un concierto, aunque en realidad no les conozcamos de nada. Pero con Can Yaman es diferente. Can es cercano, amable, solidario y muy cariño con todas sus seguidoras.
Can jamás se niega a firmar un autógrafo, aunque a veces se sienta abrumado, agotado y asfixiado por la fama. Como allá por 2020, cuando le acusaron de agredir a Cigdem Gokasan, una mujer de 52 años que le pidió una foto en un bar. El actor aseguró que la información era falsa y que nunca había visto a esa mujer, recuperando así la confianza y el cariño de sus fans.
En su visita exprés a España, el protagonista de El hombre equivocado no ha dudado en abrazar a todas sus fans, quedándose impresionado con una de ellas por el enorme tatuaje que lucía en el brazo. La mujer, que ronda los 50 o 60 años, le pidió que le firmase en el brazo, justo donde se había tatuado la cara del actor con su melenas al viento y una sonrisa de oreja a oreja.

Por supuesto, Can no dudó en firmarle el brazo a su seguidora, es más, después se animó a compartir una foto del tatuaje en su cuenta de Instagram en señal de agradecimiento por tanto amor.
La pregunta que todas nos hacemos después de ver ese tatuaje es... ¿Cómo se sentirá esa mujer sabiendo que duerme cada noche con Can Yaman en su piel? Desde luego, no hay mejor remedio para la soledad que el turco más atractivo del planeta estampado en tu piel para toda la eternidad.