Alain Hernández y Natalia Sánchez, los actores de Sueños de libertad, han vivido una especie de amistad acelerada como consecuencia de trabajar tanto tiempo juntos y a diario.
La complicidad es tanta, que Alain no ha dudado en echarle un hermoso piropo a su compañera: "es difícil no enamorarse de Natalia Sánchez en la vida real". Aunque todo esto va en sentido figurado, porque ambos tienen familia.
Los actores coinciden en afirmar en sus entrevistas que después de tantas horas rodajes, los compañeros acaban siendo confesores, colegas, psicólogos... y es que una serie diaria como Sueños de libertad resulta difícil conciliar con la vida personal y profesional. Sin embargo, según el actor, todo es más fácil cuando “encuentras gente tan sencilla y tan maja como Natalia”.
Aún habiendo un buen ambiente de trabajo, el rodaje exige una serie de sacrificios. Ambos actores tienen hijos y eso complica aún más las cosas. Alain Hernández y Natalia Sánchez reconocieron que las exigencias de dedicación son mayores porque están obligados a rodar veinte o treinta páginas de guion cada día.
Natalia tiene que aplicarse una dura disciplina y trabajar muchas horas para llegar a todo: “tienes muchas secuencias, 20 o 23 páginas de texto al día, de una gran intensidad interpretativa, porque no paramos de llorar. Y llegas a casa y tienes que estudiar al día siguiente, con niños pequeños. Por eso me levanto a las cinco”, declaraba.
Para Alain también resulta muy duro porque vive y trabaja en Madrid, mientras sus hijos están en Barcelona; "Los echo muchísimo de menos, pero al menos puedo estudiar, tengo esa tranquilidad”.
El desafío al que se enfrenta la serie es enorme: ha llegado a la parrilla de Antena 3 para sustituir a Amar es para siempre después de 18 años en antena y habiéndose convertido en un clásico de la televisión en España. Pero la acogida que el público ha dado a la nueva ficción de Atresmedia ha superado todas las expectativas, tanto en sus emisiones en directo como en sus visionados en diferido.
Situada en la España de 1958, la serie narra la historia de Begoña, que escapa de Jesús de la Reina, el viudo de oro de la zona y dueño de una importante empresa de perfumería con el que acaba de casarse. La protagonista huye de uno de esos matrimonios tóxicos que, en la España de los años 50, podían convertirse en una cadena perpetua para las mujeres.
