En el capítulo de hoy de Hermanos, las cosas en el colegio Ataman están peor que nunca. Después de la ruptura entre Aybiké y Berk, este trata de no encontrarse con su exnovia y su grupito. Está destrozado y piensa en marcharse a Milán con su madre para alejarse de tanto dolor. Por su parte, Elif está celosa de Lydia, la prima de Tolga. Desde su llegada, parece haberle robado todo el protagonismo y, por si fuera poco, también la atención de su fiel Ogulcan. Por su parte, Süse está contenta por haber arreglado las cosas con su amado Ömer.
Mientras tanto, Süzan ha caído en la trampa de Sevval. Esta última la ha denunciado por el asesinato de Sado y la policía cree que Süzan es culpable. Esta última segura que no apuñaló al sicario: «Cuando llegué a mi cita con él, ya había sido asesinado. Estaba en un charco de sangre. Yo no le hice nada». Pero, su explicación no le libra de pasar una noche en el calabozo. De momento, tendrá que quedarse en prisión hasta que se esclarezca lo sucedido.
Por otro lado, Fatma busca una solución radical contra Orhan, que quiere expulsarla de casa. La mujer no quiere abandonar el hogar de su hijo y trata de hacerse con la complicidad de sus nietos para lograr su objetivo. Mientras tanto, Akif que sale de la ciudad para encargarse de los últimos detalles del club que abrirá con Yaman. Sin esperarlo, en mitad de su travesía se encuentra con alguien inesperado.
Cerca de allí, Süse muestra sus celos. La joven no aguanta la presencia de Lydia, que busca cualquier excusa para acercarse a Ömer. El joven parece harto de las constantes peleas entre ambas chicas. Por su parte, Asiye encuentra un nuevo trabajo que le permitirá mantener a su familia. Un empleo que resulta demasiado peligroso.
Con el paso de las horas, Asiye termina intoxicada por un escape de gas en la casa en la que trabaja como asistenta. Mahir le salva la vida y la lleva al hospital. Por su parte, Akif se impresiona al conocer a Süreyya, la atractiva madre de Süse.
