Ferit pasa la noche en vela, entregado a la creación de una nueva joya, con la esperanza de impresionar a su maestro, en el nuevo capítulo de Una nueva vida. Al despuntar el alba, Seyran finaliza el boceto, y Ferit queda maravillado por el talento de su compañera. En el taller, el maestro, emocionado al ver el diseño, comienza a reconocer que quizás Halis tenía razón: Ferit podría ser el heredero ideal para continuar con el legado familiar.
La cena entre los Korhan y los Sanli transcurre con éxito, hasta que la inesperada aparición de Pelin lo arruina todo. Gülgün, con una sonrisa forzada, presenta a la joven asegurando que es "como una hermana" para Ferit. La tensión estalla cuando Seyran, furiosa, confronta a Pelin y a Ferit en el baño: "No puedo creer que la trajeras aquí con nuestras familias presentes, ¡no tenéis vergüenza!". Pelin, con desdén, se ríe de Seyran, insinuando que no es más que una pobre provinciana. Pero Suna, quien ha presenciado la escena, interviene antes de volver a la mesa. Encierra a Pelin en el baño, la toma del cabello y le advierte: "Yo sí que soy una provinciana de verdad, y te aconsejo que no vuelvas a meterte con mi hermana".
Durante la cena, Fuat recibe una llamada desde París por cuestiones laborales. Como no habla francés, Suna se ofrece a traducir, y su agudeza impresiona a Fuat, quien decide contratarla temporalmente: "Si Kazim lo permite, me gustaría contar con ella hasta encontrar a alguien fijo". Mientras tanto, Seyran y Ferit regresan a casa sin pronunciar palabra. Al llegar a la mansión, Halis llama a su nieto para felicitarlo por su diseño: "Finalmente te has convertido en el nieto que siempre soñé", declara, provocando el amargo resentimiento de Fuat, quien ha dedicado toda su vida a la empresa.
Después de su encuentro con Pelin, Seyran enfrenta a Ferit con una oferta: «Cumpliré mi promesa y no volveré a ver a Yusuf, pero tú no volverás a ver a Pelin. Cada vez que quedes con ella, yo llamaré a mi ex». Ferit, con una sonrisa incrédula, se lo toma a broma, pero Seyran habla en serio: «Ahora veremos quién es más celoso». Ferit accede, prometiendo que de ahora en adelante solo tendrá ojos para su esposa. Sin embargo, una conversación con su tía desata un nuevo conflicto entre la pareja. Ifakat insiste en que el verdadero deber de Seyran no es estudiar, sino darle un hijo a Ferit. Cuando él anuncia en la mansión que su esposa dejará la universidad, Seyran siente cómo se desmoronan sus sueños, enfrentándose a la mayor decepción de su vida.
