La virgen roja es una obra que no deja indiferente. La película de Paula Ortiz, basada en la historia real de Hildegart Rodríguez, destaca por su visión audaz y profunda sobre una España convulsa. A través de una adaptación única, Paula Ortiz capta los matices de los personajes, sus inquietudes, deseos y miedos, logrando plasmar una relación que remueve conciencias.
La trama sigue a Aurora (interpretada por Najwa Nimri), una mujer adelantada a su tiempo, cuya obsesión por crear una “mujer del futuro” la lleva a tomar decisiones extremas. En un acto desesperado de control, Aurora queda embarazada de un cura, con el objetivo de formar a su hija Hildegart (Alba Planas) como un prodigio de la razón. Su propósito es claro: moldear a su hija para que, sin distracciones emocionales, se convierta en el motor de una revolución social que transforme el mundo.
La vírgen roja plantea una relación madre-hija basada en el dominio absoluto
Lo que Aurora no anticipó es que Hildegart, interpretada por Alba Planas, crecería como un ser humano capaz de amar, sentir y soñar. La joven se rebela contra su madre cuando conoce a Abel (Patrick Criado), un líder de las juventudes socialistas, y su vida da un giro que trastoca el control que Aurora ejercía sobre ella. La relación madre-hija, basada en el dominio absoluto, se convierte en un campo de batalla que culmina en tragedia. Aurora, incapaz de aceptar el fracaso de su proyecto, asesina a Hildegart, un acto que conmocionó a la sociedad en su momento.

El guion de Clara Roquet y Eduard Sola retrata con precisión la lucha de clases, el papel de la mujer en la sociedad de la II República y la revolución que, aunque no llegó a completarse, inspiró a muchos. La dirección de Paula Ortiz, a través de planos cerrados y un ritmo narrativo envolvente, te transporta a esa época, haciendo que la historia de Hildegart resuene en el espectador de forma profunda.
Alba Planas, la joven actriz que demuestra un talento impresionante
El papel de Hildegart se ve magistralmente interpretado por Alba Planas. A los 24 años, la joven actriz demuestra un talento impresionante, capaz de dar vida a un personaje tan complejo y trascendente. Planas interpreta no solo una niña prodigio, sino también una mujer con una visión clara del futuro, que desafiaba a su madre y al sistema. Su discurso feminista en la película, una crítica feroz al desdén de la sociedad hacia las mujeres, es tan vigente hoy como lo era en los años 30. En uno de los momentos más impactantes de la película, Hildegart declara ante un auditorio lleno de hombres : “Si queréis una España más libre y más justa, empezad por hacer de este espacio un lugar más libre y más justo”.
Este potente mensaje sobre la lucha feminista, la visibilidad de la mujer y la necesidad de igualdad de oportunidades se mantiene vigente en la actualidad, cuando el feminismo enfrenta una crisis profunda. La historia de Hildegart y su lucha por cambiar el mundo nos recuerda la importancia de seguir luchando por un futuro más justo.
La virgen roja es una película que, más allá de su trágica historia, ofrece una profunda reflexión sobre el poder, el control y la libertad. Es una obra que invita a la reflexión sobre los derechos de las mujeres y la necesidad de seguir avanzando hacia una sociedad más igualitaria. Sin duda, la interpretación de Alba Planas, junto con la dirección de Paula Ortiz, logra crear una película que permanecerá en la memoria del espectador mucho tiempo después de verla.