Los 'bolinhos de bacalhau' o los buñuelos de bacalao, son una especia de albóndigas o croquetas muy populares en las zonas de habla portuguesa como Brasil o Portugal. Son una delicia y además son fáciles de cocinar. Por norma general se degustan como aperitivo en el almuerzo, pero también se pueden servir como plato principal acompañándolos de arroz o ensalada.

Si eres una apasionada de la gastronomía del mundo y te gusta probar nuevos sabores, esta receta es ideal para ello. Veamos cómo prepararla de la mano de Karlos Arguiñano.
Un origen muy diverso
Este plato típico que aparentemente se origina en Portugal, tiene distintas versiones de distintos países, muy diferentes a otros. En Francia por ejemplo, existen unos buñuelos de bacalao llamados guadalupeños, ligeramente picantes y se trata de una masa de puré de patatas, huevos y bacalao que se fríen directamente sin enharinar.

En España y Portugal no tienen picante -la guindilla y la cayena es muy común-. Ha sido Karlos Arguiñano el que nos ha desgranado todos los secretos de este plato tan mítico de Portugal. En España también los solemos comer sobre todo en el sur de la península. Entre los ingredientes que nos comenta Karlos Arguiñano se encuentra el bacalao, las patatas, un huevo y una yema aparte, cebolla, ajo, lima y aceite de oliva.
Jugosas por dentro y crujientes por fuera
Antes de nada, tenemos que cocer las patatas y en otra olla, calentar agua para escaldar el bacalao -para así quitar el exceso de sal y que el sabor tan salado mate la esencia de este pescado-. Una vez estén fríos los dos alimentos, los hacemos puré y mezclamos en un bol.

Para darle esencia y sabor vamos a hacer un frito de cebolla y ajo mezclado con algunas otras especias, como el perejil.
Mezclamos todo y le añadimos los huevos para hacer una pasta que posteriormente freiremos sin necesidad de empanar con harina o huevo. Las hacemos como si fuesen croquetas y ¡voilà! tus buñuelos de bacalao ya estarán listos para comer.
Consejos para que esta receta esté de rechupete
Los bolinhos de bacalhaus o buñuelos se pueden comer fríos, templados o calientes, pero están más sabrosos si se consumen en caliente mientras conservan su textura crujiente.
A pesar de que el bacalao ya está desalado, lo vamos a escaldar para quitar el exceso de agua, con lo que una vez hervido, lo escurrimos y listo.
La patata la puedes pasar por el pasapurés, aunque otra opción es machacarla con un machacador de patatas, el resultado será similar.
El aceite donde vas a freír los bolinhos no debe estar muy fuerte, de esta manera el calor llegará a su interior, ya que si lo pones muy fuerte puede quedar crudo y no obtener el resultado esperado.