5 formas de consumir calabacín originales y deliciosas

¿Quieres preparar calabacín de forma original y mucho más divertida? Esta verdura sirve para mucho más que hacer puré, así que te enseñamos 5 recetas alternativas para que triunfes con ellas.
Rollitos de calabacín

El calabacín es una de las hortalizas más utilizadas en la cocina por su versatilidad, su sabor suave y la facilidad con la que se puede tratar en la cocina. Esta verdura de color verde oscuro intenso y forma alargada pertenece a la misma familia del pepino, la sandía o la calabaza.

Respecto al valor nutricional, unos 100 gramos de calabacín contiene mucha cantidad de agua, fibra y minerales y vitaminas C, B1, B2, B6, folatos, y ácido fólico. Aunque está disponible todo el año y no te va a costar encontrarlo en cualquier frutería, es propio de los meses de más calor. Cuando los elijas, es mejor optar por los de tamaño pequeño o medio, ya que los grandes suelen contener más semillas en su interior y su carne es menos tierna.

Entre los beneficios que esta verdura presenta para nuestra salud, encontramos su eficacia para el control de peso debido a su combinación de fibra y agua y su muy bajo contenido en calorías. Su alto contenido en fibra tiene un gran efecto saciante, lo que le convierte en un candidato ideal para dietas de pérdida de peso.

La incorporación del calabacín a nuestra dieta favorecerá la reducción del nivel de colesterol en nuestro organismo. Así, sus elevados niveles de vitaminas A y C contribuyen a la disminución del riesgo de la aterosclerosis. Y por si todavía te parece poco, contiene luteína y zeaxantina, unos fitonutrientes que tienen un impacto positivo en nuestra vista. Ambas garantizan que nuestros ojos estén a salvo de los efectos dañinos de los rayos solares y previenen la degeneración macular.

Si sabiendo todo esto el calabacín sigue sin ser una de tus verduras imprescindibles (¡no entendemos como podría ser así!), te damos algunas ideas originales para que te animes a incorporarlo más a menudo a tu dieta. Toma nota porque te vas a hacer muy fan.

Mini Pizzas

¿Quieres darte un ‘caprichito’ healthy? Puedes recrear uno de tus platos favoritos (la pizza, que seguro que te encanta) cortando el calabacín en rodajas y colocar sobre él queso, tomate (o pesto) y algún otro ingrediente de tu preferencia. Coloca estas pizzas vegetales sobre una bandeja de horno con papel vegetal y hornea hasta que veas que se van tostando.

En ensalada

¿Creías que esta verdura solo quedaba bien a la plancha o en las tortillas francesas? Negativo. Puedes agregar calabacín a tus ensaladas favoritas en forma de finas láminas hechas con un pelador normal.

Calabacín encurtido

No es el encurtido más típico pero… ¿Sabías que puedes encurtir el calabacín si lo introduces en un tarro con vinagre,  agua y azúcar, sal, mostaza, pimienta negra y  ajos pelados y cortados por la mitad? Y si deseas un punto picante, añade también la guindilla al gusto.

Formato carpaccio

Para preparar correctamente este plato, necesitarás una mandolina ya que la clave reside en hacer rodajas muy finas de calabacín. Sobre ellas, además de añadir un chorrito de aceite y un poquito de sal, puedes agregar virutas de queso (el parmesano queda espectacular), frutos secos (almendras o nueces picadas, piñones…) y un puntito de pimienta para darle otro toque.

Sticks de calabacín con parmesano

En esta receta, el horno será tu mejor aliado. Necesitarás calabacín (córtalo en tiras, en formato sticks), pan rallado, parmesano en polvo, ajo en polvo y sal. Para hacer el ‘rebozado’, mezcla los ingredientes secos y procura que los palitos queden bien cubiertos. A 180º, deja que se horneen durante unos 30 minutos.

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