Revista Mía

Polenta: qué es y recetas muy económicas que te van a encantar

Es altamente saciante, no contiene gluten y no aumenta los niveles de azúcar en sangre. La polenta, considerado un alimento humilde, va ganando popularidad y es que solo necesitarás sémola de maíz para elaborar recetas deliciosas (¡y asequibles!).

Tiene la apariencia de un puré de patata, un color amarillo intenso y es de lo más popular en Latinoamérica. Hablamos de la polenta, un plato bien sencillo originario del norte de Italia, ni más ni menos. Para prepararla solo necesitarás sémola de maíz, agua (o la leche o bebida vegetal de tu preferencia) y un poco de mantequilla si quieres agregar sabor y textura extra.

La polenta siempre ha estado asociada a las clases sociales más humildes y durante mucho tiempo se ha considerado un alimento 'de pobres'. No obstante, ha demostrado ser un platillo muy versátil y apto para los principiantes. ¡Prepararlo no tiene ningún misterio! Solo tendrás que cocer la sémola de maíz y salpimentarla al gusto, como si prepararas un puré instantáneo (pero mucho más tasty y saludable). Podrás servirlo como aperitivo o para acompañar otros platos de carne o verduras.

En el aspecto nutricional, la polenta contiene unas 60 calorías por cada 100 gramos de producto y apenas grasas (no llega a un gramo). Claro está, todo dependerá de qué ingredientes agregues o si añades leche, queso, etc. Como se elabora a partir de maíz, es altamente saciante debido a los carbohidratos complejos y almidón que contiene. Su índice glucémico tampoco es elevado, por lo que no eleva los niveles de azúcar en sangre.

¿Y lo mejor? No contiene gluten, así que se puede convertir en una opción perfecta para los celíacos. Si quieres descubrir recetas originales (y asequibles) con polenta, continúa leyendo. Let's go!

'Patatas' de polenta y parmesano

Como aperitivo o picoteo casual, esta receta de polenta frita puede convertirse en el entrante ideal. Primero, cuece la polenta con agua, sal y mantequilla como lo harías normalmente y colócala en una fuente rectangular, añadiendo un poco de parmesano y tus hierbas aromáticas favoritas. Deja que se enfríe y corta pequeños 'bastones'. Fríe en aceite muy caliente hasta que estén dorados por todas las caras.

Polenta cremosa con champiñones

Este plato puede recordar al puré de patata en cuanto a aspecto y textura, y será el acompañamiento ideal para verduras, pescados o carnes. Mezcla la sémola de maíz con leche de coco para que el resultado sea extracremoso y saltea los champiñones a tu gusto por separado. Mézclalo todo y ¡voilá!

Polenta Taragna

Típica de la región italiana de Valtellina, este platillo es ideal para las amantes del queso y las recetas algo contundentes. Su color se debe a la mezcla de sémola de maíz con harina de trigo sarraceno, al que se añaden quesos (elige aquellos que sean más fundentes, e incluso podrás hacerlo con queso crema). Habitualmente se sirve como acompañamiento de carnes como las salchichas o picoteo.

Tortitas de polenta con encurtidos y salsa

Genial para esos momentos en los que te apetece algo sencillo pero sabroso e igualmente resultón. Cuece la polenta, condimenta al gusto y elabora tortitas para después freírlas. Acompaña de tu salsa favorita (con guacamole también quedará de escándalo) y cebollitas, col y jalapeños. ¡O tus encurtidos favoritos! Tú eliges.

Bizcocho de polenta y almendras

Para elaborar repostería con polenta solo tendrás que sustituir la harina de trigo por la sémola de maíz, aunque el resultado presentará una textura más granulosa (¡te avisamos!). Podrás preparar el bizcocho a tu gusto, aunque este que te proponemos es de limón y almendras. ¡Riquísimo! Y una opción genial para los celíacos.

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