Errores al hacer puré de patata
¿Quieres hacer un puré de patata perfecto? Evita errores tan habituales como de los que te hablamos en esta galería.

Receta sencilla
Hacer un puré de patata es muy sencillo. Basta con cocer las patatas en agua hirviendo con un poco de sal y aceite de oliva virgen. Una vez cocidas, las colocamos en un recipiente y aplastamos las patatas. Se va añadiendo agua según vayamos viendo la consistencia, se añade leche, mantequilla o aceite y se rectifica de sal. Así, a grandes rasgos, pero hay varios errores que solemos cometer que hacen que el puré no quede perfecto. Te lo contamos.

Elegir el tipo de patatas
Vamos al supermercado y elegimos las primeras patatas que vemos, bien, pero no es la mejor manera de preparar un buen puré. Igual que no todas las patatas son igual de buenas para freír, tampoco lo son para hacer un puré. Lo suyo es elegir patatas harinosas, que no sean patatas “nuevas” ni excesivamente viejas. Podemos mirar en la etiqueta y buscar variedades como Desiree, Duchesse o Monalis. Si tenemos dudas, lo mejor es preguntar. ¡Ojo! Debemos elegir patatas de tamaños parecidos, si no la cocción entre ellas será diferente.

Cocer las patatas
Podemos cocer las patatas con piel o sin ella: si las cocemos con piel, absorben menos agua y pierden menos almidón, pero si queremos cocerlas sin piel es mejor partirlas en trozos grandes. Las ponemos a cocer en una olla con agua fría y sal. El agua debe cubrir las patatas (sin pasarnos) y cuando el agua empieza a hervir, las dejamos unos 30 minutos. Debemos asegurarnos de que están bien cocidas pinchando sobre ellas con un palillo de dientes: si entra con facilidad, están listas.

Dejarlas en agua
Un error muy habitual es dejar las patatas, una vez cocidas, en agua durante horas. Lo mejor es, nada más cocerlas, colarlas en un colador y dejarlas en la olla, pero sin agua de cocción para seguir con nuestro puré. Si vamos a dejarlas un tiempo en agua, es preferible dejar solo unos milímetros de agua en la olla con las patatas y taparlas, manteniéndolas a temperatura ambiente. Si elegimos la segunda opción, cuando vayamos a machacarlas, debemos poner la olla a fuego bajo para que el agua las caliente y después podamos machacarlas sin dificultad.

Machacar la patata
Después del paso anterior, es el momento de echar la mantequilla y la leche (si las hemos dejado en agua, debemos escurrirlas por completo). Como las patatas están calientes, la mezcla con los otros ingredientes será mejor. Debemos utilizar un clásico pasapurés o en su defecto, servirnos del tenedor para machacarlas. No es conveniente utilizar una batidora o un robot de cocina, ya que se libera demasiada cantidad de almidón de la patata.

Dejar para luego
Otro error muy repetido es dejar el puré para luego. Lo ideal es tomarlo en el momento que se prepara, ya que si no se queda frío y apelmazado. Si lo hemos dejado un tiempo y queremos calentarlo, para que quede bien, debemos hacerlo al baño maría.