Si eres de desayunar dulce, esta receta es para ti. Se trata de una elaboración de repostería made in Reino Unido que consiste en unos bollitos o panecillos semidulces que suelen servirse a la hora del té. Normalmente se rellenan con mantequilla, mermelada o clotted cream, una nata muy densa y de consistencia parecida a la mantequilla que se derrite en la boca. Es complicada de encontrar fuera de Inglaterra, pero es una delicia. Los British scones pueden servirse calientes o fríos, así que sea verano o invierno cerrado van a apetecerte seguro.
Existe su versión americana, denominados ‘American biscuits’, que se diferencia de los scones británicos en que los primeros son salados y pueden ir rellenos de bacon, por ejemplo. Nosotras te proponemos que pruebes la versión dulce, apta para todos los gustos e ideal si quieres atreverte con una receta original y poco común en las cocinas españolas. Aunque estos irresistibles panecillos suelen hacerse con forma redonda, también pueden ser triangulares y de ti depende la forma que quieras darles. ¡Todo es cuestión de creatividad! Te enseñamos a preparar estos British scones, solo tienes que seguir leyendo.

Ingredientes (para 8 raciones):
- 225 gr de harina con levadura
- 1 pizca de sal
- 55 gr de mantequilla muy fría, cortada en daditos
- 25 gr de azúcar blanquilla
- 125 ml de leche
Elaboración:
- Precalentar el horno a 220º, con calor tanto arriba como abajo. Colocaremos papel de horno en una bandeja apta.
- En un cuenco, mezclar con la batidora (más cómodo y efectivo que a mano) la sal, el azúcar y la harina. Remover muy bien para que la mezcla obtenida sea uniforme.
- Agregar los daditos de mantequilla fría y tratar de derretirlos bien con nuestras manos o con la batidora, para que todos los ingredientes se integren bien. El resultado presentará una consistencia parecida a la de unas migas.
- Hacer un hueco en el centro de esta masa y añadir la leche. Mezclarlo todo bien hasta obtener una masa blanda. Es importante no trabajar demasiado la masa, ya que la clave de estos scones es que queden esponjosos, y si la sobretrabajamos quedarán más duros y aceitosos, justo lo contrario a lo que pretendemos.
- Cuando la mezcla parezca más o menos uniforme, trasladamos a nuestra superficie de trabajo (enharinada previamente) y amasamos un poco.
- Aplanamos la masa y estiramos hasta que tenga un grosor de unos 2 centímetros o un poco menos. Cuando más gruesa sea, más crecerá en el horno.
- Ayudándonos de un cortador redondo, cortamos circulitos y los dejamos con cuidado en la bandeja del horno. Con la masa que sobre al hacer las formas, podemos volver a amasar y hacer más bollitos hasta que se termine la masa.
- Meter en el horno dejando espacio entre ellos y dejar que se hagan durante unos 12 minutos. Sabrás que ya están hechos por el tono doradito y porque habrán crecido.
- Transcurrido ese tiempo, sacar y dejar que se templen un poco.
- ¡Momento de servir! Puedes servirlos fríos o templados, con café o té y acompañados de mantequilla y mermelada si quieres hacerlo al estilo British.