Aunque te guste la cocina, cuando se trata de cocinar a diario a veces puede resultar algo rutinario e incluso aburrido porque puede que se te acaben las ideas. Para esos días, nada mejor que tirar del recetario tradicional y buscar recetas sencillas. El cerdo y los cortes más económicos son una propuesta de diario con la que poder consumir carne sin elevar el coste. El solomillo es una muy buena opción para preparar algo más especial. Mi madre, que le encanta la cocina, lleva décadas preparando la receta de solomillo a la cerveza porque es una elaboración muy sencilla, rápida y económica. Además, queda de escándalo por su jugosidad.
Este tipo de elaboraciones puede parecer que llevan mucho tiempo en la cocina. Con pocos ingredientes, te marcas un platazo que gusta a todo el mundo y nutricionalmente es equilibrado. Si quieres puedes acompañarlo con esta receta sana, baja en calorías y con muchas opciones: cuando cocino verduras, las hago de esta forma y con una receta de aderezo barata y fácil.
La cerveza: el aderezo clave de esta receta de solomillo de cerdo
La cerveza puede sustituir al vino en guisos sin perder carácter, aportando un matiz diferente y equilibrado. Al cocinar con cerveza, el solomillo de cerdo adquiere una textura más tierna, pues sus componentes ayudan a ablandar las fibras de la carne. La cerveza puede llegar a ser un elemento que trastoca con los alimentos de esta receta.
La realidad es que, al igual que el vino en los guisos y otras elaboraciones, ablanda la carne y las hace más jugosas. Si la unimos con los propios jugos del cerdo y el caldo junto con el laurel y el ajo, hace que el sabor sea mucho más sabroso. Otra forma de encontrar la cerveza en la cocina es en repostería. Y es que existen bizcochos donde la cerveza es la protagonista.
Los ingredientes necesarios para hacer este solomillo de cerdo a la cerveza
Con dos solomillos de cerdo tiernos, una lata de cerveza y un sofrito de cebolla y ajo, se consigue un guiso sabroso y aromático. La hoja de laurel aporta un toque fresco, mientras el caldo de pollo potencia el sabor. La maicena ayuda a espesar la salsa, logrando una textura cremosa. Sal, pimienta y un buen chorro de aceite de oliva equilibran el conjunto, resultando en un plato fácil, casero y delicioso.
Una elaboración simple con pocos pasos y poco tiempo
Comienza esta receta de solomillo a la cerveza limpiando los solomillos de los restillos de grasa con ayuda de un cuchillo pequeño y afilado para sazonarlos luego al gusto con sal y pimienta recién molida. Asegúrate de que quedan bien sazonados por todas partes. Calienta un par de cucharadas de aceite de oliva en una sartén y marca los solomillos hasta que queden dorados por todas partes. Los tendrás listos en apenas 5 minutos. No tienen que cocinarse del todo, ya que terminaremos la cocción más adelante.
Pela y pica finamente el ajo y la cebolla, y rehógalos en la misma sartén de haber dorado la carne 5 minutos. Agrega la hoja de laurel y la harina, y tuéstala levemente antes de agregar el caldo de pollo. Cuece todo junto 2 minutos antes de incorporar la cerveza y dejarlo cocer 5 minutos a fuego alto para que el alcohol se evapore.
Pasado el tiempo, tapa la cazuela y cuece todo a fuego medio 15 minutos. Retira los solomillos y la hoja de laurel de la sartén y vierte la salsa en el vaso de la batidora para triturarla y obtener una salsita de consistencia homogénea. Corta los solomillos en medallones gruesos y sírvelos de inmediato regados con la salsa de cerveza.
