En los días más calurosos, no hay nada más reconfortante que disfrutar de agua fría en cualquier momento. Aunque pueda parecer un lujo, tener agua fresca a mano es más sencillo y económico de lo que parece. En lugar de gastar dinero en botellas de agua compradas, te ofrecemos un truco casero que te ayudará a mantenerte hidratado sin romper el bolsillo. Es la receta de la felicidad prácticamente. La clave está en el congelador, un aliado imprescindible para quienes desean salir de casa con agua perpetuamente fresca. Este método no solo asegura que tendrás agua fría, sino que también evita el gasto innecesario en tiendas o supermercados.
Con el calor, nuestra mente se vuelve más creativa. Ya comenté que mi padre es un manitas y me ha compartido este secreto con el que limpia su ventilador de pie en 2 minutos (da más aire y todo está más en orden). Ahora, le llega el turno al agua, cuanto más fría mejor. Con un poco de planificación, podrás disfrutar de este pequeño placer cotidiano sin esfuerzo. A continuación, te explicamos cómo hacerlo de manera efectiva y práctica.
El truco del congelador: agua fría sin complicaciones

Para garantizar que siempre tengas agua fresca a mano, el truco está en utilizar el congelador de manera inteligente. Comienza llenando una botella hasta dos tercios de su capacidad. Esto es crucial para evitar que el hielo se expanda y rompa la botella o se convierta en un bloque difícil de manejar. Una vez que hayas llenado la botella, colócala en el congelador de forma horizontal. Esto permitirá que el hielo se forme de manera uniforme, creando una capa plana que no obstruya el paso del agua cuando la necesites.
Antes de salir de casa, simplemente llena el resto de la botella con agua del grifo. Así, tendrás agua fría durante horas, perfecta para cualquier paseo o actividad al aire libre. También la puedes llevar en el coche sin necesidad de llevar un termo con hielos. Eso sí, ten cuidado si vas a usar una botella de cristal, ya que si no la destapas puede estallar en el congelador. Es debido a la propia presión que se genera cuando el agua pasa de líquido a sólido.
Beneficios de este método para tu día a día
Este sencillo truco no solo es práctico, sino que también es económico y ecológico. Al reutilizar botellas, reduces el consumo de plástico y contribuyes a cuidar el medio ambiente. Además, al no depender de tiendas para obtener agua fría, ahorras dinero a largo plazo.
Este método es ideal para salidas cortas o para llevar en el bolso o mochila. Aunque no es la solución más adecuada para excursiones largas o días enteros en la playa, es perfecto para mantenerte hidratado en tus actividades diarias. Con este truco, disfrutar de agua fría en cualquier momento del día se convierte en una realidad accesible para todos. Prueba este método y transforma tu manera de mantenerte fresco e hidratado.
Otras recetas para tener agua siempre fría a mano

Existen empresas que distribuyen agua embotellada e instalan en los hogares una máquina que administra el agua de los bidones. De hecho, tiene la capacidad de enfriarla y calentarla al instante. Así, siempre puedes tener en casa agua fría salida directamente de un grifo. Si no te convence o tu cocina es demasiado pequeña, en comercios electrónicos puedes conseguir un dispensador de agua fría que la enfría al instante y ocupa muy poco. Es práctico y compacto y lo puedes conseguir por 9,98 euros.