Como buenos fans del bathcooking no vamos a meternos con el arte de preparar tuppers para la oficina, pero es innegable lo bien que sienta compartir una comida con amigos entre semana.
El rato de desconexión que aporta las salidas del centro de trabajo siempre resulta profundamente agradable y nos permite airearnos y volver con más fuerza. Por eso, cuando descubrimos este menú del día Estrella Michelin tan bien ubicado no nos pudimos resistir a compartirlo (a pesar de las altas posibilidades de que ello significara que se llene).
Al lado de la plaza Canajelas, en la Calle Sevilla, la séptima planta del hotel Four Seasons alberga las mesas de Dani Brasserie a cargo del chef Dani Garcia. Y tiene un menú del día económico con sus creaciones más emblemáticas.
Disponible únicamente de lunes a viernes en horario de almuerzo, la propuesta rota mensualmente y cuesta 51 euros por persona. Comienza con un entrante a elegir entre tartar de atún, ponzu, maíz dulce y brioche tostado; ensalada de magret de pato con granada y queso gorgonzola; vichyssoise con anguila y crujiente de parmesano; o el famosísimo Tomate Nitro y gazpacho verde con tartar de quisquillas del chef.
El menú continúa con un principal a elegir entre arroz cremoso con marisco y pescado de roca; pescado del día con alcachofas, crema de hinojo y albahaca; schnitzel de ternera con yema y patatas con romero; o uno de los platos estrella del chef, la emblemática Hamburguesa Rossini de lomo madurado, foie gras y queso parmesano.
Cada plato se puede acompañar con guarniciones como patatas fritas, pimientos del piquillo asados o puré de patatas. Como colofón dulce, la experiencia culinaria en Dani Brasserie concluye con opciones como coulant de avellanas con helado de vainilla, tarta de manzana o el tradicional frescor andalusí con naranja, crema de pistacho, azahar y té verde de menta.
Y si el tiempo acompaña, unas vistas espectaculares. La terraza es una maravilla con vistas a la calle Alcalá. Pero el interior, no tiene nada que envidiar, porque también es una pasada.
Ya tienes sitio céntrico para ir con tus compañeros o quedar con alguien y tomarte un respiro. De nada.
