En el emblemático Santuario de la Victoria en Málaga, la Virgen María es venerada bajo la advocación de la Victoria. Es la patrona de la ciudad, como también de la diócesis malagueña, además de un símbolo de alegría que refleja una profunda devoción presente a lo largo de los siglos.
Una escultura con historia y misterio
La Virgen de la Victoria, resguardada en su Santuario del barrio homónimo, es una obra maestra de bulto redondo que representa a la Virgen María sentada sobre un risco, sosteniendo al Niño Jesús en su rodilla izquierda y en actitud de bendecir. Esta representación, conocida como Maiestas o Virgen Majestad, se inspira en la iconografía bizantina, algo muy popular en el arte románico. Tallada en madera de álamo y policromada, la imagen muestra a María con una túnica rosada y un manto azul, decorados con motivos vegetales y florales mediante la técnica del estofado. El Niño Jesús, de factura más reciente y obra de Adrián Risueño, viste de manera similar a su madre, y ambos llevan coronas de plata dorada.

A pesar de la belleza y el significado de la escultura, su autoría sigue siendo un misterio. Se han propuesto nombres como Juan de Figueroa o algún escultor cercano a Lorenzo Mercadante de Bretaña, pero la verdadera identidad del creador sigue sin confirmarse. La imagen, estimada a finales del siglo XV, se ha convertido en un emblema de fe y devoción en Málaga.
La leyenda de su origen
La Virgen de la Victoria está íntimamente ligada a la conquista de Málaga por los Reyes Católicos en 1487. La tradición relata que, durante el asedio, la Virgen se apareció al rey Fernando en un sueño, prometiéndole la victoria. Posteriormente a la conquista, se erigió una ermita en su honor, y en 1493, los Reyes Católicos donaron la ermita a los frailes mínimos, quienes se encargaron de propagar la devoción hacia la Virgen.
Celebraciones y festividades
En 1867, la Virgen de la Victoria fue declarada Patrona Principal de la diócesis de Málaga y, en 1943, fue coronada canónicamente. Su festividad se celebra cada 8 de septiembre, en el día de la Natividad de la Virgen. Durante la Feria de Málaga, en agosto, se realiza la Romería de la Victoria, una peregrinación que culmina en el santuario, donde se ofrece la bandera de la ciudad en un acto de devoción y celebración.
Nuestra Señora de la Victoria es mucho más que una imagen religiosa, es el corazón de Málaga. Su rica herencia artística y su arraigada devoción a través de la historia, reflejan una conexión perdurable entre el pueblo malagueño y su patrona, manifestada en una profunda veneración que perdura hasta la actualidad.