Revista Mía

Trucos para que la berenjena no quede amarga

Que su característico amargor no te frene a la hora de utilizarla en la cocina

Fritas, de acompañamiento en un guiso, horneadas, a la plancha, como parte importante en una versión del pisto, rebozadas o de cualquier otra forma que se te ocurra, las berenjenas están muy buenas. Es una de las verduras con más personalidad y sabor. Solamente tienen un pequeño inconveniente: pueden resultar excesivamente amargas en boca, que es lo mismo pero dicho de otro modo que cuando alguien se queja de que “me pican un poco”.
Esto se debe al exceso de agua de su carnosa pulpa, que libera mucho jugo al ser cocinadas. En se jugo es donde aparece ese amargor característico que puede incomodar a algunos paladares. Si este es tu caso, no es difícil ponerle solución, pero tienes que saber cómo eliminarlo con algunos trucos de cocina de toda la vida.

Ayúdate de la sal

Berenjena cortada (Foto: iStock)

Berenjena cortadaBerenjena cortada (Foto: iStock)

La sal es la primera de tus aliadas en esta misión. Lo que consigue esta es que la verdura sude y, por lo tanto, elimine parte del agua que nos sobra a la hora de cocinar la berenjena. Si la vas a hacer simplemente abierta por la mitad, haz unas pequeñas incisiones en su pulpa y distribuye bien la pizca sal por todo el cuerpo de la berenjena. Lo normal en estos casos es hornearlas, así que no necesitas hacerla reposar antes porque al asarse perderá mucho líquido; directamente, introdúcela en él y tenlas primero bocarriba y después unos minutos más bocabajo precisamente para que expulsen el exceso de jugo. En cambio, si las vas a preparar laminadas o en tacos, sí que es bueno mantenerlas unos minutos con la sal, pero añadiendo algunos ingredientes al remedio casero.
En concreto, lo más eficiente para no alterar mucho su sabor es introducir la berenjena ya cortada en tacos o en láminas en un bol con agua, sal, una cucharada de harina y una pizca de azúcar. Además de conseguir que la carne no se oxide a toda velocidad, algo habitual en esta verdura cuando su pulpa entra en contacto con el aire, eliminarás el exceso del amargor con el contrapunto del edulcorante.
Mantenla en remojo 20 minutos aproximadamente y después sécala muy bien con un papel absorbente. No es necesario pasarlas por agua siempre y cuando limpies bien toda su superficie como te decimos porque ya han estado a remojo y porque es conveniente evitar la agresividad del agua entrando en contacto con la carne de la berenjena a chorro.
De igual modo que la harina funciona, lo hace también la leche, otra de las ideas para quitarle el amargor a la verdura protagonista de este texto. En este caso, puedes optar por introducirla simplemente en leche, o en un bol que contenga también agua, sal y un poco de azúcar, en proporciones similares al truco anterior pero sustituyendo la harina por este líquido de origen vacuno.
Y por último, siempre y cuando no te incomode que pueda variar un poco el sabor de la berenjena, también es muy efectivo ponerle un chorrito de zumo de limón a un bol que contenga agua. Con estos dos aliados, perderá su amargor y además se conservará mucho más blanquecina por el potente efecto antioxidante de este maravilloso cítrico.
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