Qué es el tomate, ¿fruta o verdura?

Dentro de la cocina hay “preguntas del millón” que siguen generando dudas, como es el caso del origen del tomate. ¿Qué es, fruta o verdura?
Tomate

Hay preguntas que no tienen una trascendencia vital pero que no por ello dejan de sobrevolar nuestra cabeza. Seguro que te viene a la mente algún ejemplo. A muchos nos pasa con el origen del tomate. ¿Qué es, fruta o verdura? La respuesta te va a sorprender.

“Pues lo cierto es que depende de a quién preguntes”, responden desde la Dehesa El Milagro. Una respuesta poco precisa pero muy acertada, porque es verdad que el tomate es lo que es según el enfoque que se le dé. Tratamos de explicarlo a continuación.

Como bien apuntan desde la finca El Milagro, “el tomate es una hortaliza, de eso no hay duda, es una planta comestible que se cultiva en un huerto”. Nos cuesta catalogarlo como fruta por una cuestión puramente cultural y gastronómica: no se toma como postre o como merienda salvo que sea untado en pan. Y es en este detalle donde reside la clave de la cuestión: el tomate es fruta o verdura en función de si lo clasificamos a nivel botánico o a nivel culinario.

Pero hay más, ya que también está presente el factor puramente etimológico, el del significado de la palabra fruta según la RAE. Y aquí, El milagro apunta lo siguiente: fruto es el “producto del desarrollo del ovario de una flor después de la fecundación en el que quedan contenidas las semillas y en cuya formación cooperan con frecuencia tanto el cáliz como el receptáculo floral y otros órganos” y fruta es el “fruto comestible de ciertas plantas cultivadas”. Por lo tanto, el tomate según nuestra lengua sería un fruto; ni fruta ni verdura.

Sin embargo, esta tercera forma de clasificar el tomate es también la menos representativa, ya que apenas utilizamos el concepto “fruto” para referirnos a un producto. Sí utilizamos “verduras” o “frutas”, y algo menos la palabra “hortaliza”, que ya hemos visto que el tomate lo es.

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¿Fruta o verdura entonces?

Para resolver la cuestión de forma definitiva, después de mucho leer, hemos recurrido a lo que dice sobre el tomate una fuente de peso como es el Consejo Europeo de Información sobre la Alimentación (EUFIC).

Esta organización sin ánimo de lucro financiado por la Unión Europea distingue entre la clasificación botánica y la clasificación culinaria para establecer qué es el tomate. Por eso decíamos al comienzo de la pieza que tenía razón el equipo de El Milagro cuando decían aquello de que “depende de a quién se lo preguntes”.

Desde el punto de vista de la botánica, el tomate es una fruta “porque contienen pequeñas semillas en el medio y crecen de la flor de la planta de tomate”. No sería una verdura, añade el EUFIC, porque es “un término general que abarca todos los demás aspectos comestibles de la planta, las raíces, los tallos y las hojas”. El tomate, en este sentido, se asemeja a la manzana o la pera, por ejemplo.

Ambas clasificaciones son interesantes

En cambio, desde el puto de vista culinario, los tomates se consideran verduras. “Un nutricionista, un cocinero o incluso tu abuela usarían el sistema de clasificación culinaria, que define las frutas y verduras de una manera ligeramente diferente, basándose en la forma en la que se usan las plantas y sus perfiles de sabor”, apuntan desde EUFIC. Según esta clasificación, continúan, “una verdura generalmente tiene una textura más dura, un sabor más blando y a menudo se requiere cocinar en platos como guisos, sopas o salteados mientras que una fruta tiene una textura suave, tiende a ser dulce o agria y a menudo se disfruta cruda o en postres o mermeladas”.

Tomates

Si bien los tomates pueden resultar dulces y blandos o jugosos, y aunque se puedan comer crudos, generalmente se consideran verduras vistas desde el prisma de la cocina.

En cualquier caso, el EUFIC incide en que ambas clasificaciones son interesantes y deben convivir. “Por ejemplo, la clasificación botánica es útil para un botánico cuando quiere descubrir el origen de los tomates, le ayuda a identificar diferentes variedades de tomates o comprender cómo cultivar y cosechar diferentes tomates”, indican. Por su parte, la definición culinaria “puede ser más útil para el público en general, para los nutricionistas y los chefs porque los alimentos que pertenecen a la misma familia botánica pueden no tener las mismas composiciones nutricionales”, concluye el EUFIC. 

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