Comienza con ruidos y movimientos raros en tu estómago y puede progresar a fiebre, náuseas, cólicos, diarrea y vómitos. Pero, ¿es gastroenteritis o una intoxicación alimentaria porque algo te ha sentado mal? Las dos afecciones tienen síntomas muy similares, pero no son lo mismo.
La gastroenteritis aguada o la ‘gripe estomacal’ es causada por un virus que se transmite por contacto con un individuo o un alimento infectado. Si alguien que está infectado no se lava las manos antes de preparar o servir alimentos, por ejemplo, eso puede propagar fácilmente el virus. La gastroenterirtis puede ser causada por norovirus, rotavirus o el virus influenza, por ejemplo. Incluso el COVID-19 puede causar síntomas de gripe estomacal en algunas personas. ¿Los más comunes? Náusea, vómitos, fiebre, dolor abdominal y diarrea.
Una intoxicación alimentaria, por su parte, es una infección causada generalmente por bacterias que se encuentran en los alimentos ingeridos. Por lo general, causa los mismos síntomas que la gastroenteritis, aunque la diarrea puede ser más intensa. Las intoxicaciones alimentarias son causadas por una variedad de bacterias o parásitos, que incluyen:
- Staphylococcus aureus.
- Salmonela.
- E. coli.
Las personas pueden sufrir intoxicaciones alimentarias por comer mariscos o huevos crudos, así como por manipular carne cruda, especialmente aves o carne molida, y no lavarse las manos después. Otros culpables comunes incluyen ensaladas, pescados y productos lácteos en mal estado, particularmente si se han dejado afuera en un clima cálido o no se han manipulado adecuadamente.
Inicio de los síntomas
En la gastroenteritis los síntomas suelen aparecer de forma gradual, de 1 a 3 días después de la exposición al virus o bacteria. En cambio, en la intoxicación alimentaria, los síntomas suelen a las pocas horas tras el consumo del alimento contaminado.
¿Cuál es la diferencia entre las dos?
Debido a que los síntomas son esencialmente los mismos entre la gastroenteritis y la intoxicación alimentaria, puede ser difícil saber qué se sufre. La principal diferencia es que la intoxicación alimentaria es causada por bacterias y puede requerir el uso de antibióticos para tratarla, mientras que una gripe estomacal es viral y se resuelve por sí misma.
Con la gastroenteritis, es posible sufrir algunos síntomas adicionales, como dolores corporales, dolor de garganta, tos o congestión. La gripe estomacal generalmente comienza de uno a tres días después de la exposición a otra persona que tiene el virus. Con la intoxicación alimentaria, el período de incubación es mucho más corto, generalmente unas pocas horas, después de consumir el alimento culpable. En ambos casos, una persona puede deshidratarse rápidamente, lo cual puede provocar mareos y debilidad relacionados con la pérdida de electrolitos, que son minerales importantes que ayudan al cuerpo a funcionar de manera óptima. Por ello es importante seguir estas recomendaciones:
Hidratarse: Es importante beber suficientes líquidos para prevenir la deshidratación. El agua es la mejor opción, pero también puedes optar por una bebida deportiva o un caldo. Estos líquidos pueden reemplazar el líquido que estás perdiendo mientras vomitas y tienes diarrea, procesos que pueden agotar las reservas de electrolitos en el cuerpo.
Evitar los alimentos con alto contenido de grasa: Omite los productos lácteos y los alimentos que tienen un alto contenido de grasa mientras te encuentres mal, ya que tienden a ser irritantes.
Dieta blanda: Opta por alimentos suaves cuando estés mejor: arroz blanco cocido, pollo a la plancha, plátano..