¿Quién no se acuerda de aquellos domingos en el campo o la piscina municipal con el coche de camino oliendo a tortilla de patatas y filetes empanados?
Los tiempos han cambiado y, aunque sigue siendo difícilmente superable dicha combinación, ahora sabemos, por ejemplo, que el huevo mucho tiempo alejado del frío una vez cocinado no es lo más recomendable desde el punto de vista de la salud.
Con estas ideas de platos ricos que garantizan no ponerse malos si tienen que pasar un rato largo a temperatura ambiente, no echarás de menos los dos ejemplos que hemos puesto.
Ensalada de hoja verde
Se vienen un poco abajo las hojas verdes si el clima es caluroso, por lo que si van a pasar demasiadas horas hasta que las comas, hay mejores opciones, pero esto no quiere decir que se pongan malas. Una ensalada de hoja verde como base e ingredientes complementarios como el tomate o los frutos secos es perfecta para un día de picnic. Y si tienes la posibilidad de hacerla al momento, cosa que no es difícil, mejor.
Para una comida en plena excursión, la ensalada con base de pasta es la mejor opción. Aguanta mejor que la verdura de hoja verde, se puede consumir con gusto a distintas temperaturas y encima se puede combinar de forma personalizada sin miedo al error. Lo único que no debes hacer es elegir una salsa que lleve huevo. Mejor aceite de oliva virgen extra.
Otra opción interesante para llevar es hacer un poke bowl, comida de moda que se toma a temperatura ambiente y cuyos ingredientes, a excepción del pescado crudo, soportan bien el paso de las horas lejos del frío. Mango, quinoa, edamames, semillas de sésamo, aguacate… lo único que no conviene añadir de la versión original es el pescado crudo. Si no puedes resistirte al pescado, un truco es llevar una lata de atún o salmón y abrirla al momento. No es lo mismo pero cumple con creces.
Crudités de verduras, hummus, patés, tomates cherry aliñados con aceite y sal, frutos secos o chips de verdura son seis de los muchos aperitivos que podéis llevar de picnic. Hay tantas opciones saludables como estas y otras que no lo son tanto, que se puede montar la comida en base a ellos y no se pasaría hambre.
¿Qué decir de la fruta fresca? Es casi un sacrilegio tenerla en la nevera a excepción del melón y la sandía, osea que el abanico de opciones para llevarte de picnic es tan grande como la frutería.
Mientras no lleven salsa con huevo, el concepto “pan con” siempre será un aliado del picnic. De tomate y pesto, el clásico de jamón ibérico con tomate, de un queso manchego de esos que se huele a kilómetros y hasta de pollo a la plancha con acompañamiento vegetal al gusto. Disfrutarás tanto escogiendo el tipo de pan y el relleno como hincándole el diente.
Si los búnkers se llenan de estas latas que todo lo resisten, se puede hacer lo propio con la mochila de la excursión. Hoy en día se vende casi de todo en conserva y muchos de dichos productos se pueden consumir a temperatura ambiente, como es el caso de los espárragos, las sardinas o los míticos mejillones.
