Blanca Portillo, a sus 62 años, sigue siendo una actriz de gran prestigio en el panorama artístico español. Conocida por sus papeles en series como '7 vidas' y 'Sé quién eres', su carrera está marcada por una versatilidad que le ha permitido ganarse el cariño del público. Pero más allá de los escenarios y las cámaras, Blanca tiene otra pasión: la gastronomía que le recuerda a su infancia. En una reciente entrevista para Guia Repsol, la actriz española confesó que los platos sencillos y tradicionales son sus favoritos. "Me gusta disfrutar de las comidas que me transportan a mi infancia, esos sabores que me hacen sentir en casa", comentó la actriz, añadiendo que uno de sus favoritos es un buen chuletón preparado al estilo de Ávila.
La actriz destaca por su amor por los lugares con encanto, donde la comida se convierte en una experiencia auténtica y sin pretensiones. "No necesito lujos ni florituras, solo un plato bien hecho que me haga sentir en familia", afirmó Portillo con una sonrisa. Cada vez son más las celebrities que comparten sus gustos y platos. Paz Padilla ya reinventó el salmorejo y crea una versión para su hija sin pan.
El arte de un buen chuletón al estilo de Ávila
Para Blanca, el chuletón es más que un simple plato de carne; es un ritual que conecta con sus raíces. "Un buen chuletón en Arenas de San Pedro es una de esas experiencias que no cambio por nada", confesó. Preparar esta delicia no requiere de técnicas complicadas, sino de ingredientes de calidad y un toque de cariño.
Para quienes deseen replicar este plato en casa, Blanca sugiere utilizar un chuletón de ternera de primera, acompañado de patatas y pimientos de padrón. "Es un plato que no necesita más que el sabor auténtico de sus ingredientes", explicó. El secreto, según Portillo, está en cocinar la carne al punto deseado, asegurando que cada bocado sea jugoso y lleno de sabor.
La sencillez de este plato es lo que lo hace especial. "Es un recordatorio de que a veces lo más simple es lo más delicioso", reflexiona la actriz, quien siempre busca formas de incorporar estos sabores tradicionales en su vida cotidiana.
Un viaje culinario a través de los recuerdos
Para Blanca Portillo, la comida, como un buen chuletón al estilo de Ávila, es una forma de viajar en el tiempo, de reconectar con momentos y personas queridas. "Cada plato tiene su historia, y eso es lo que lo hace único", comentó. Su amor por la cocina tradicional es una extensión de su aprecio por las pequeñas cosas de la vida, esas que realmente importan.
Portillo anima a todos a descubrir sus propios platos del alma, esos que nos recuerdan quiénes somos y de dónde venimos. "No hay nada como una comida que te haga sentir en casa, rodeado de buenos recuerdos y sabores auténticos", concluyó.
A través de su pasión por la gastronomía y el chuletón de Ávila, Blanca Portillo nos enseña que la verdadera riqueza está en la simplicidad y en la capacidad de disfrutar cada momento con autenticidad. Un mensaje que resuena con fuerza en estos tiempos donde lo esencial cobra un nuevo significado.
