El calabacín es una verdura clave en nuestra gastronomía desde la antigüedad. Forma parte de las llamadas “verduras de frutos”, que son aquellas que crecen en forma de enredadera y se componen de flor, hojas, tallos y los frutos, que son la parte que llega a la cocina y donde la pulpa es la principal parte comestible. Cuando hablamos de calabacines sabrás que los hay de muchos tipos; los hay alargados, cilíndricos y esféricos, mas o menos uniformes, y de una gama de colores que van desde el amarillo pálido al verde intenso. Pero sea cual sea su aspecto, el calabacín es un alimento altamente beneficioso para nuestra salud y nuestra silueta. Y lo mejor es que la versatilidad de su sabor nos permite cocinarlo de muchas y variadas formas.
Pero, antes de entrar en los fogones, hagamos primero un leve repaso acerca de sus principales beneficios:
- El calabacín es muy rico en nutrientes y apenas tiene grasa.
- Es es rico en calcio, por lo tanto, perfecto los nuestros huesos y muy recomendado en la dieta de la mujer.
- También es rico en fibra, como la mayoría de las verduras. Ideal para ayudar al tránsito intestinal.
- Otro dato importante es que el calabacín cuenta con un nivel elevado de potasio, por eso es indicado si lo que deseas es evitar la retención de líquidos y eliminar toxinas.
- Es muy adecuado para nuestra salud cerebral, puesto que cuenta con el indispensable fósforo, ideal para mantener en buen nivel nuestras funciones cerebrales.
- El calabacín es rico en vitamina B9, muy adecuada por ejemplo para los niños, por lo que no debe faltar en la despensa de las familias con hijos.
- También tiene vitamina A, vitamina C, vitamina E... y en cuanto a sus minerales, no lo olvides, dispondrás de una dosis adecuada de potasio, zinc, selenio y magnesio.
Y ahora que ya sabes todos los beneficios que puede aportarte esta rica verdura, es hora de conocer todas las posibilidades que tiene en la cocina.
Lasaña con calabacín
Es tan fácil como sustituir parte de la carne picada por calabacines picados en pequeños dados. Cocínalo por separado, pues el calabacín suelta mucha agua y podría arruinar la carne picada. Cuando ambos estén hechos, mézclalos y cubre las capas de la lasaña con esta mezcla, tomate frito, bechamel y queso.

Quiché de calabacín
Es una de sus preparaciones más habituales y socorridas, sobre todo si compras la masa precocinada. Lo primero que tenemos que hacer es pochar la cebolla picada en una sartén a fuego lento con una cucharada de aceite. Luego incorporamos el calabacín picado en daditos pequeños, y por último añadimos el bacon o el jamón york en daditos. Salpimentamos al gusto y reservamos. Mientras, precalentamos el horno a 180ºC. Batimos los huevos junto a la nata líquida y luego mezclamos bien en un bol junto al calabacín pochado. Forramos un molde apto para el horno con la masa quebrada, pinchamos ligeramente con un tenedor y poniéndole papel encerado volcamos unas legumbres secas en el fondo para evitar que se hinche la masa en el fondo. Introducimos 10 minutos en el horno y luego sacamos y retiramos las legumbres y el papel encerado. Dejamos enfriar y listo.

Pasta con calabacín
La pasta admite todo y por supuesto, el calabacín es uno de los ingredientes que puedes adaptar a este plato italiano. Nuestra propuesta es, a base de verduras de hoja verde y brócoli y calabacín a la plancha con pechuga de pollo. Ideal para después de entrenar.

Calabacines rellenos
Es una de esas recetas que no pasan de moda porque son ricas, económicas y gustan a todo el mundo. También puedes usar los restos de pollo asado o de la carne de cocido, por lo que se dice que es una receta de aprovechamiento. Suelen rellenarse de carne y calabacín, pero a veces también pueden ir rellenos de gambas o pescados.

Tortitas de calabacín con salsa de yogur
Rallamos los calabacines y picamos la cebolleta finamente. Ponemos en un colador y dejamos como mínimo media hora, necesitamos que el calabacín suelte toda el agua que contiene. Mientras preparamos la salsa de yogur, picamos muy bien la cebolla morada y la menta, y mezclamos con el yogur, aliñamos con el zumo de limón y una pizca de sal, guardamos en el frigorífico hasta el momento de servir. Una vez que ha pasado el tiempo, secamos bien con papel de cocina, rallamos también la patata y lo ponemos todo en un cuenco, añadimos el huevo, la harina, una pizca de sal y de pimienta negra y mezclamos bien. Ponemos en una sartén un poco de aceite de oliva virgen extra y vamos añadiendo cucharadas de nuestra mezcla, cocinamos por ambos lados hasta que estén doradas.

Qué son los zoodles
Los “zoodles” son nada más y nada menos que verduras en espiral, es decir, elige una verdura como la zanahoria, el calabacín, el pepino o la remolacha y pártelas en finas tiras simulando espaguetis o fideos. La palabra “zoodles” es la fusión entre zucchini (término italiano) y noodle (término inglés). Quiere decir, fideos de calabacín. Por qué son una buena idea: están riquísimos y hay mil recetas para hacer con ellos.

Zoodles con gambas
Como te hemos contado antes, la gracia de los zoodles es que puedes consumirlos de la misma forma que la pasta tradicional. Aquí te proponemos hacerlo junto a unas gambas y un aliño marinero. Sano y delicioso.

Carpaccio de calabacín
Lavamos el calabacín y retiramos los extremos. Con ayuda de una mandolina laminamos lo más fino posible el calabacín. Lo colocamos en el plato de fuera hacia dentro en forma de espiral. Salamos. Troceamos el tomate seco y lo ponemos por encima del calabacín. Adornamos con piñones y albahaca. Ponemos un chorro de aceite de oliva y otro de limón. ¡Listo!

Puré de calabacín
Todos tenemos nuestra propia receta para el puré de calabací, ¿verdad? y es que es un básico de invierno que como primeros platos nos vienen fenomenal. Puedes ponerle crema de leche y un toque de menta si quieres darle un toque sofisticado.

Gofres de calabacín
Esta receta de gofres salados os encantará y será una manera súper divertida para que los más pequeños coman verdura y puedes congelarlos y comerlos más adelante. Lavamos el calabacín y lo rallamos con un rallador grueso, salamos y dejamos escurrir en un colador para que pierda un máximo de agua.Batimos 2 huevos en un cuenco, añadimos sal, pimienta, orégano y 1 vaso de leche, seguimos batiendo. Añadimos levadura y harina(200 gr) y batimos lo justo para que se integren en la mezcla. Añadimos el calabacín, mezclamos y dejamos reposar mientras se calienta la gofrera.Cuando la gofrera alcance la temperatura pintamos las placas con aceite de oliva y añadimos un cucharón de masa en cada hueco. Cerramos y giramos si la gofrera tiene esa opción. A los dos minutos volvemos a la posición original y a los cinco minutos verificamos el punto.Dejamos enfriar sobre una rejilla y seguimos cociendo la masa por tandas hasta finalizar.

Brochetas con calabacím
El calabacín es una verdura muy versátil que combina a la perfección tanto con otras verduras como con piezas de carne. Puedes hacer unas brochetas como en la foto con dados de queso, calabacín y tomates cherry o de taquitos de pollo y calabacín, por ejemplo. ¡Imaginación al poder!

Ensalada de calabacín y tomate
Puedes preparar una deliciosa y nutritiva ensalada con estas verduras. Lavar el calabacín, cortarlo en rodajas finas, sazónalo y caliéntalo unos cinco minutos al microondas. Después, cuando las rodajas se hayan enfriado colocálas encima de los trocitos de tomate. Distribuye por encima dados de queso, pasas, piñones y el orégano; y después aliña la ensalada con sal, el vinagre y aceite. ¡Riquísima!

Rollitos de calabacín con atún
Corta el calabacín en finísimas rodajas y ásalos a la parrilla brevemente para que queden tiernos. Después, puedes hacer rollitos con ellos y rellenarlos con una masa elaborada a base de atún, queso rallado, mayonesa, ajo en polvo y huevo. ¡Una cena ligera y sabrosa!

Buñuelos de calabacín
Estos calabacines fritos son el snack perfecto. En un tazón grande, mezcla las rodajas de calabacín con harina, queso parmesano, ajo, huevo, sal y pimienta. Después fríelos hasta que se doren, aplanándolos con la espátula durante unos 2 minutos. ¡Están deliciosos!

Rodajas de calabacín con pavo
Este entrante fresco y ligero es realmente fácil de preparar. Corta rodajas de calabacín, y sírvelas intercaladas con finas lonchas de pavo curado en una gran fuente. Espolvorea un poco de pimienta negra por encima y tendrás un plato rico y sano al instante.
