Para controlar mejor nuestra alimentación, hay factores clave en el mundo de la nutrición. Es importante saber que el tiempo que dedicamos a comer puede ser clave para evitar molestias intestinales y el aumento de peso, según una nutricionista. Hay muchas acciones que podemos tener interiorizadas y nos ayudan a mantener una dieta sana y equilibrada. Por ello, es importante conocer los consejos de un médico para no picar entre horas y mantenernos a raya con comidas que pueden inflamarnos o hacernos engordar. Aunque hay un hecho aún más relevante. Qué duda cabe de que para conseguir adelgazar, cuanto menos entremos en la cocina, mejor. Investigadores de Nueva York han comprobado que tener una cocina limpia también te ayuda con la dieta. Así de simple y fácil han explicado los expertos para determinar que, cuando nos encontramos en una cocina limpia, nos apetecen otro tipo de alimentos.
En los últimos años, el estudio liderado por Lenny R. Vartanian y publicado en Sage, han demostrado que hay cuatro factores que determinan si vas a comer bien o mal y todos ellos tienen que ver con la limpieza de tu cocina.
Cuatro factores que te ayudan a perder peso
Encuentra en estos factores una explicación a cómo estás llevando tu alimentación y cómo se puede llegar a relacionar con el entorno de la cocina.
El estrés del caos

Ya te hemos hablado más de una vez de cómo el estrés y la ansiedad te empujan a comer más de la cuenta. Pues bien, estas emociones son las que se disparan cuando observamos una cocina desordenada. ¿Y qué tomamos al sentirnos así? Fruta y verdura, precisamente, no. Ingerimos alimentos poco saludables: patatas fritas, bollería…
Además, tener la encimera patas arriba hace más probable que no hayamos ordenado los alimentos frescos en un lugar atractivo: la fruta fresca en un buen frutero, los frutos secos en un pequeño cuenco… Bolsas y envases se apiñarán en los estantes e iremos directos al paquete de galletas.
Sin ganas de cocinar

Si en tu encimera no cabe un alfiler debido a la acumulación de platos y cazuelas, ¿cómo te va a apetecer cortar unas verduras para prepararte una ensalada? Del mismo modo, se te quitarán las ganas de preparar un guiso casero y tenderás a sacar del congelador cualquier ultraprocesado. La comida entra por los ojos desde el momento que escogemos los alimentos para prepararla.
Ordena la nevera

“¡Anda, pero si tenía tomates y calabacín, podría haberme hecho un pisto!”. ¿Te suena de algo esta frase? Muchas veces no sabemos ni lo que tenemos en la nevera debido al desorden que almacenamos: productos caducados, táperes de contenido dudoso, productos frescos escondidos detrás de otros malsanos… Revisar a menudo el frigorífico y descartar los productos en mal estado es fundamental para mejorar nuestra alimentación.
Un lugar para quedarse

Si llegas con hambre a la cocina y está limpia, te sentirás cómodo y relajado, con lo que aumentarán tus ganas de querer prepararte algo. Algunos, incluso, se animarán a convertir las frutas y verduras frescas en auténticas recetas gourmet dignas de subir a sus seguidores de Instagram o compartir con amigos por WhatsApp. El mal olor a salpicaduras de aceite o la oscuridad del habitáculo nos provocarán querer salir de allí corriendo.