Con la llegada del buen tiempo, nos apetece abrir ventanas, respirar aire fresco y alargar las tardes al sol. Y hay un lugar en casa que cobra más protagonismo que nunca: la terraza. Puede ser un balcón mini, una galería con vistas a la calle o una gran terraza abierta. No importa el tamaño, sino lo que haces con él. Igual que cambiamos el armario con la nueva temporada, también podemos renovar nuestra terraza con pequeños gestos que marcan una gran diferencia. Sin obras, sin complicaciones y sin necesidad de gastar una fortuna. Solo hace falta un poco de intención, texturas más ligeras, tonos que inviten a relajarse y una atmósfera que nos recuerde que estamos en nuestro lugar favorito del mundo: en casa. El cambio de estación es el momento perfecto para refrescar ese espacio exterior que durante el invierno quedó olvidado o reducido a tendedero improvisado. Ahora puede convertirse en el rincón más especial del verano.
Solo necesitas renovar textiles, incluir vegetación, jugar con la iluminación y apostar por esos objetos pequeños que hacen grande cualquier espacio. Y si además el presupuesto es ajustado, no te preocupes: hay mil maneras de transformar sin gastar de más. Las marcas lo saben y esta temporada ofrecen soluciones versátiles, plegables, sostenibles y con mucho estilo. Desde alfombras de exterior hasta cojines lavables, pasando por farolillos solares y taburetes que también funcionan como mesas. Ya os hablamos del orden en la terraza con los trucos para sacar el máximo partido a los espacios exteriores en primavera. Aquí te damos las claves para hacer ese “cambio de armario” a tu terraza. Porque sí, tu espacio exterior también se merece su propia temporada primavera-verano.
Textiles que cambian el clima de la terraza

Renovar cojines, alfombras, manteles o incluso la funda del asiento puede ser el gesto más sencillo y efectivo para transformar el ambiente. Los tejidos frescos como el lino, el algodón o las fibras recicladas aportan ligereza, color y comodidad. Apuesta por estampados naturales, rayas tipo mediterráneo o colores neutros con un punto tierra. Combina distintos tamaños y formas para crear un rincón con carácter propio.
Verde que te quiero verde: plantas que decoran y relajan

Las plantas son siempre una buena idea. Desde grandes maceteros con hojas tropicales hasta mini jardines en vertical o cactus resistentes, la vegetación suma vida y frescura. Si tienes poco espacio, apuesta por jardineras colgantes, macetas sobre barandillas o estructuras con niveles. Y si eres de las que no tienen mano verde, las variedades resistentes o incluso las artificiales de buena calidad harán el efecto deseado.
Luz suave, efecto chill para la terraza

La iluminación marca el tono de las noches de verano. Guirnaldas, faroles de papel, lámparas solares o a pilas pueden convertir una terraza sencilla en un rincón de revista. Colócalas en alturas distintas, mezcla luz cálida con velas LED y no te olvides de una pequeña lámpara portátil si quieres leer o cenar fuera. No hace falta mucho para lograr ese efecto mágico al caer la tarde.
Muebles plegables o multiusos: los mejores aliados

Si no tienes mucho espacio, lo mejor es optar por muebles funcionales. Una mesa plegable, sillas que se recogen, taburetes que sirven como bandejas o bancos con espacio de almacenaje interior. Busca piezas ligeras que puedas mover fácilmente y que no recarguen el ambiente. El bambú, el ratán sintético o el metal pintado son opciones duraderas y con estilo.
Detalles que hacen hogar

Un jarrón con flores, una bandeja bonita, un libro de mesa o una cesta de mimbre para las mantas de entretiempo. Los detalles suman y ayudan a personalizar tu terraza para que sea reflejo de tu estilo. Crea un pequeño rincón para el café, el vermut o la lectura. Lo importante es que te invite a quedarte, a desconectar y a disfrutar.