Seguro que más de una vez llegas a casa con hambre y cero ganas de ponerte a cocinar algo elaborado. O simplemente te apetece cenar algo sencillo, rico y que no te lleve tiempo ni esfuerzo. Es entonces cuando entra en juego algunas comidas como los sándwiches o los bocadillos, que es abrir un pan y combinar varios ingredientes. Pero siempre suele pasar que cuando más hambre tiene una persona, más ensucia con las prisas de querer hacerlo más rápido. Un elemento casi imprescindible es el queso que, cuando se funde, se crea un bocado exquisito. Eso sí, ten cuidado porque como el queso toque la sartén o la sandwichera, es muy probable que te cueste mucho limpiarlo. Por ello, he conseguido dar con el secreto para que no se vuelva a quedar pegado en la sartén el queso cuando haga el próximo sándwich.
Cuando encontramos una elaboración sencilla que se puede convertir en un quebradero de cabeza, buscamos simplificarla. Un ejemplo es el secreto mejor guardado para cocer huevos sin que se rompan no es ni el vinagre ni el bicarbonato. Ahora le toca el turno al queso fundido y cómo hacer para que no se vuelva a pegar en la sartén para siempre. Y no, no es echarle más mantequilla.
El truco mejor guardado para hacer un sándwich con queso y que no se pegue en la sartén

Uno de los problemas más comunes es cuando el queso se derrite demasiado y se escapa por los bordes. Al caer sobre la sartén o la sandwichera, se quema, se pega y lo pone todo perdido. Si además has untado mantequilla en el pan, el caos puede ser mayor. El resultado es delicioso, pero la limpieza no tanto. Por suerte, hay un truco muy sencillo que puede ahorrarte todo ese lío.

Solo necesitas papel de horno, también llamado papel sulfurado. Se coloca entre el pan y la superficie caliente, ya sea sartén, plancha o sandwichera. Así, aunque el queso se funda, no se sale ni se pega. Y lo mejor: todo queda limpio. Este truco es una salvación, sobre todo si usas sandwichera. A veces se hace difícil quitar los restos de queso pegado en las esquinas. Pero con el papel de horno, el pan se tuesta igual de bien y el queso se funde perfecto. Cuando termines, retiras el papel, dejas enfriar y limpias con un paño.
Para quién está hecho este truco definitivo del queso
El truco del papel de horno en la sartén cuando se hace algo con queso es especialmente útil para quienes cocinan con prisas o no tienen ganas de fregar después. No hay que desmontar nada ni rascar con esponjas. Usas el papel, haces tu sándwich y listo. Incluso puedes preparar varios seguidos sin tener que limpiar entre uno y otro. Práctico y sin complicaciones.

Además, este truco no cambia en nada el sabor del sándwich. El pan queda crujiente y doradito, y el queso se mantiene dentro. Nada de sándwiches pegajosos o con manchas negras de queso quemado. Solo un resultado apetitoso y limpio. Y sin preocuparse por si la sartén se estropea. Y si te animas a variar, puedes probar con otros ingredientes. Pollo, aguacate, espinacas, atún o incluso alguna versión dulce como plátano con chocolate. Todo funciona igual si usas el papel correctamente. Lo importante es que el pan esté bien entre el papel y la sartén.