Novatos en la cocina. ¿Qué rallador elegir para no acabar con un corte?

¿Estás empezando en esto de la cocina? ¿Vas a comprarte un rallador? Si no quieres acabar con una lesión, ¡escoge el correcto!
Novatos en la cocina. ¿Qué rallador elegir para no cortarte?

Sabemos que te parece un accesorio de cocina nimio, que no merece una inversión y que lo puedes comprar en cualquier tienda de 'todo a un euro' por muy poco dinero. ¿Para qué gastarse más en uno de una tienda especializada? Pues, aunque no lo creas, es fundamental hacer una pequeña- gran inversión para tener un accesorio que te dure muuuuchos años y que no te lesione.

Te pones a rallar una verdura que, aparentemente, es blanda y… ¡Acabas con los dedos rallados! Pues la razón no es tu superfuerza, se debe a que tienes un mal rallador.

María Llamas, de la tienda y escuela de cocina Alambique, te da las claves para elegir un buen rallador.

¿Cómo debe ser un buen rallador?

El rallador es uno de los elementos básicos de cualquier cocina. Junto con los cuchillos y la tabla de cortar, es uno de esos instrumentos a los que siempre se saca partido. Se puede usar para rallar queso para un plato de pasta, para rallar verduras, incluso para cortar patatas en rodajas finas.

Los más pro tendrán también una mandolina, pero si estás empezando a meterte entre fogones no hace falta tener tanto accesorio. Con un buen rallador es más que suficiente.

La clave principal: que las cuchillas estén afiladas y sean de calidad. Si la cuchilla no corta bien, tendremos que hacer mucha presión para rallar los ingredientes y acabaremos rallándonos los dedos.

Si quieres ahorrarte tener que comprar varios ralladores con distintos tipos de cuchillas, apuesta por un rallador con varias caras para rallar diferentes ingredientes con diferentes cortes:

- Cuchillas para rallado fino o de estrella: perfectas para rallar la piel de los cítricos sin llegar a la parte blanca. Son ideales para conseguir un rallado muy fino, casi polvo. Se puede usar para especias, como la nuez moscada, y para convertir en polvo diferentes ingredientes duros, como el queso curado o el chocolate.

- Cuchillas para rallado medio: perfectas para rallar hortalizas, quesos semi duros o duros, chocolate… Se consiguen tiras finas del producto rallado.

- Cuchillas para rallado grueso: esta cara se usa tradicionalmente para rallar frutas, hortalizas y quesos blandos en tiras más gruesas que en el caso anterior. También se suelen usar para rallar tomate.

- Cara con una o varias cuchillas cortantes (el número de cuchillas depende del rallador): esta es la que se suele usar para, por ejemplo, cortar en rodajas finas las patatas para preparar patatas chips. También para cortar quesos blandos con lonchas extra finas.

Rallador pequeño para especias o queso

Y como extra, para rallar ingredientes de pequeño tamaño hay quién compra un pequeño rallador para el queso o la nuez moscada. Muchas veces cuando se prepara un plato de pasta, se suele servir un pedacito de queso con un mini rallador al lado para que el comensal ralle en el momento el queso que quiera. Suele suponer una inversión mínima y suele ser muy útil para estos menesteres. Aunque no imprescindible.

Y volvemos a recordar, es fundamental realizar una inversión en un buen accesorio de cocina. Para hacer el trabajo mucho más fácil y también para evitar lesiones y cortes innecesarios en la cocina. No lo dudes y hazte con un buen utensilio que te dure muchos años.

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