Los controles de calidad y la legislación sobre la inocuidad alimentaria hacen posible que día a día podamos poner sobre nuestro plato comida totalmente segura. Aunque no hay que entrar en una paranoia, sí hay varios alimentos en nuestra despensa que pueden alterar nuestro cuerpo y crear malestar. ¿Te imaginas cuáles son?
Además de los productos ultraprocesados, que son perjudiciales para la salud, gran parte de los causantes de estas intoxicaciones o alteraciones se debe a la inconsciencia de consumir productos exóticos en malas condiciones higiénicas y sanitarias. Para evitarlas, es mejor no ingerir productos crudos o pocos cocinados. Este es el caso de los cerebros de mono que se pueden comer en Asia, un tentempié que suele comerse crudo y que puede resultar especialmente perjudicial para nuestro cuerpo. En esta misma línea se encuentra la carne cruda (tanto de pescado como de carne) que se ofrece en mercados o puestos callejeros de todo el mundo. El ejemplo más conocido es el de pez globo o fugu, que contiene en su hígado una neutoxina que puede causar la muerte. Un corte limpio en este pescado japonés es especialmente para salir con vida del restaurante.
A pesar de esto, no todas las intoxicaciones o peligros culinarios están causados por alimentos alejados de nuestras neveras. Existen multitud de productos que, mal ingeridos, pueden causarnos nauseas, vómitos, mareos y una seria de síntomas poco recomendables. En esta lista se encuentran las almendras amargas, por la cantidad de cianuro que contienen, también otro fruto seco como es el anacardo crudo, por su alto contenido en urushiol o las semillas de la fruta, por el porcentaje que contienen de ácido prúsico.
Si quieres evitar sufrir problemas digestivos o de salud, es buena idea que apuntes los alimentos que no están aconsejados para el consumo humano. Habitualmente estos son los que se localizan en la naturaleza y no han pasado ningún tipo de control (como pueden ser las bayas silvestres). Otros, ingeridos en grandes cantidades (hasta el empacho) pueden hacernos enfermar, como es el caso de las espinacas crudas. Echa un vistazo a esta galería, porque están muchos alimentos que no te esperas encontrar.
Almendras amargas
El problema de las almendras que no son dulces es su alto contenido en cianuro de hidrógeno. Hay que ser muy cuidadosos sobre todo con la cantidad que se ingiere, ya que un número elevado de las mismas puede ser altamente perjudicial, mucho más si quienes las comen son niños.

Anacardo
Otro fruto seco que se convierte en un potencial peligro. Los anacardos crudos contienen un elemento que se llama urushiol, el mismo compuesto químico que se encuentra en la hiedra venenosa. Aunque creamos que los comemos crudos habitualmente no es cierto, los ingerimos al vapor. De lo contrario tendríamos serios problemas con nuestra salud.

Miel cruda
De nuevo un elemento que si no pasa por un proceso de tratamiento podría ser letal. La miel que no ha sido pasteurizada sigue manteniendo las toxinas naturales que son perjudiciales para la salud, en el caso de la miel, lo que se elimina con la pasteurización es la grayanotoxina provoca naúseas, vómitos, dolores de cabeza, mareos, sudor...

Nuez moscada
Tan utilizada en guisos y platos de todo tipo, la nuez moscada puede producir efectos secundarios muy graves si se toma entera. Sin embargo consumir incluso unos gramos puede producir convulsiones.

Patata
No debemos, bajo ningun concepto, consumir los brotes verdes de las patatas porque producen diarrea, dolores estomacales y consumidos en grandes cantidades pueden ser letales.

Semillas de la fruta
¿A quién no le ha sucedido tragarse una semilla de futa? Pues bien, las de frutas como la manzana, la cereza o el albaricoque contienen cianuro de hidrógeno llamado ácido prúsico que ingerido en grandes cantidades puede generar efectos perjudiciales en el organismo.

El tomate
Es considerado un superalimento y al mismo tiempo esconde sus peligros. Aunque su principal peligro no se encuentra en el fruto, las hojas y tallos del tomate contienen venenos alcalinos que pueden dañar seriamente al sistema digestivo.

Hojas de ruibarbo
Esta planta con aspecto parecido a la acelga, pero con el tallo rojizo, es menos inofensivo de lo que parece. Aunque su tallo se consume habitualmente (en especial en Asia central) tanto su hoja como su raíz contienen ácido oxálico, que en grandes cantidades puede resultar tóxico. En cuanto a su tallo, este se utiliza para repostería y también para elaboraciones como sopas.

Quinoa
La quinoa es uno de los productos de moda catalogados como superalimentos. A pesar de su éxito, paralelamente sea dado a conocer que contienen una sustancia que puede ser perjudicial. Se trata de las saponinas, un pesticida natural de sabor amargo que, en elevadas cantidades, puede ser tóxico. La solución es sencilla: asegúrate de lavar los granos antes de cocinarla.

Fruta de estrella
La fruta de estrella o carambola es una fruta procedente de Indonesia, pero consumida en muchas otras zonas del mundo. Aunque consumida en cantidades normales es rica en carbohidratos, fibra, vitamina C o potasio, si ingieres grandes cantidades puede llegar a causar mareos o insuficiencia renal.
