Uno de los productos de limpieza de moda es la piedra blanca, a la venta en droguerías, algunos supermercados y tiendas multiproducto. Sirve, dicen quienes están entregados a este producto, para quitar manchas y dejar como nuevas las deportivas. Tal es el revuelo que está causando que hasta la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) se ha animado a analizar el producto en profundidad, un producto que además de piedra blanca recibe otros nombres como arcilla blanca.
Explica la OCU que la piedra blanca “sirve para limpiar, desengrasar o incluso para devolverle el brillo a los metales”, y detallan que este producto de limpieza que se vende como natural, ecológico y biodegradable, “evoca el uso tradicional de algunas tierras de limpieza con la greda o el asperón”.
De una forma menos literaria que sus fabricantes, la OCU describe la piedra blanca como “un limpiador multiusos sólido pensado para eliminar la suciedad y tratar manchas en superficies que no sean delicadas”. Su composición destaca por la presencia mineral en ella, entre un 50 y un 74% según la OCU, “de ahí sus propiedades ligeramente abrasivas”, añaden.
Además, cuenta con un bajo porcentaje de tensioactivos, que varían desde cantidades mínimas a un máximo de un 7,9% en las piedras blancas analizadas por la OCU. “Estos tensioactivos son principalmente jabón, por eso es tan biodegradable”, apuntan desde la organización independiente. En general, la mayor parte de la composición son ingredientes naturales, pero la OCU matiza que “en ocasiones se añaden otras sustancias”.
En este sentido, dice que algunas marcas añaden productos no ecológicos que pueden causar alergias al contacto con la piel, por lo que es aconsejable leer bien la lista de ingredientes.

Así se usa la piedra blanca
La piedra blanca tiene múltiples usos. En concreto, la OCU destaca cinco por encima de todos. “Para limpiar paellas, parrillas y bases de cacerolas y sartenes; para limpiar zonas sucias de paredes blancas; para limpiar zapatillas blancas sintéticas; para eliminar la suciedad incrustada en baldosas; y para pulir y renovar metales”.
En todos los usos, eso sí, la OCU incide en que no hay opción que no incluya frotar. “No queda otra que frotar, ya que carece de ese plus de eficacia que aporta la acción química de los productos limpiahogar”, afirma.

Para utilizar la piedra blanca, necesitas unos guantes, para proteger la piel de tus manos, y una esponja suave humedecida con agua. La OCU apunta que la mayoría de las marcas que fabrican este producto la incluyen. “Esta esponja es normal y corriente, como la de la parte suave de cualquier estropajo”, matiza la OCU.
Con la ayuda de esta esponja y de la piedra, solo tienes que frotar cuidadosamente lo que quieras limpiar. Según la OCU, “La acción combinada de la piedra blanca y la esponja dota al conjunto de un ligero poder abrasivo, inferior al de un estropajo verde”.
El precio medio
En lo que respecta al precio medio de la piedra blanca, el análisis de la OCU establece que “no es barato”. El precio varía en función de la cantidad del bote, entre 375 y 600 gramos, y el precio medio es de 21,56 euros. La parte positiva es que cunde, dice la OCU, por lo que dura bastanta cada unidad.
Verás, si buscas piedra blanca en el comercio, que hay un abanico amplio de precios. Y es que, como apunta la OCU en su análisis, se pueden encontrar de la marca Chubb por 7,10 euros/kg (3,55 euros el bote de 500 g) a opciones que casi llegan a los 30 euros el kilo. Es el caso de la piedra blanca de La Fantástica, que tiene un precio de 28,17 euros/kg (16,90 euros el bote de 600 g) y de La Auténtica, con un precio de 29,92 euros/kg (17,95 euros el bote de 600 g).
La composición y calidad de cada piedra blanca es uno de los factores que explica estas diferencias precios. Por ello, la OCU concluye que “Conviene elegir bien porque no todas son igual de eficaces”.