La sorprendente confesión de una española en Países Bajos sobre sus costumbres con la comida: "Es un país de ratas"
No todas las costumbres en torno a la comida y la hospitalidad son como en España. Suecia ya se hizo viral por lo contrario el pasado verano y ahora ha ocurrido algo parecido con Países Bajos.
No te lleves las manos a la cabeza si viajas por algunos países de Europa y sus costumbres en torno a la comida y la hospitalidad son muy distintas a las españolas. No todo es abrir las puertas de casa de par en par a los forasteros y sentarles en tu mesa y darle lo mejor que hayas cocinado ese día. Esto, de hecho, es lo menos habitual. Es cultural, tampoco debemos llevarnos las manos a la cabeza.
Al fin y al cabo, nosotros paramos dos horas para comer hasta en los días laborales y los ingleses, con su pack lunch de la hora del patio se apañan en 20 minutos. Los japoneses comen en barra, solos, en el tiempo que tarda un Fórmula 1 en pasar por boxes durante una carrera. Y así muchos ejemplos más: en España, y en el arco mediterráneo en general, la función social de la comida es muy distinta a la que tienen en buena parte del mundo. Prueba de ello es lo que pasa con los neerlandeses y los suecos.
Quizá no te enteraste cuando el año pasado, en verano, se lió parda en Suecia por un comentario en un hilo de Reddit al que dio bombo la cantante sueca Zara Larsson. “¿Qué es lo más extraño que has tenido que hacer en casa de otra persona debido a su cultura o religión?". Era la pregunta concreta a la que un usuario dio la respuesta viral: “Recuerdo ir a la casa de mi amigo sueco. Mientras jugábamos en su cuarto, su mamá gritó que la cena estaba lista. Y ojo a esto: me dijo que esperara en su habitación mientras comían”, escribió.
Esto, que en España es impensable que ocurra, dio lugar a una cuestión de estado. En serio. Se viralizó como #SwedenGate después de que la citada cantante sueca Zara Larsson lo retuiteara con un comentario suyo: “Auténtica cultura sueca”. Posteriormente, en un vídeo publicado en TikTok, la propia artista recordó lo siguiente; “Cuando era niña, era muy común ir a jugar a casa de tus amigos y que luego dijeran: 'Oh, me voy a cenar. Volveré en 30 minutos'. Y te dejaban en su habitación", dijo la cantante en la red social.
El asunto se fue tanto de las manos que en Suecia se llegó a investigar como una cuestión de estado, llegando a valorar si aquello fue una campaña de desprestigio cuando no fue más que una cuestión viral en las redes, que se llenaron de memes con imágenes de Ikea como protagonistas.
Hay más ejemplos similares
Qué Suecia no comparta su comida con los invitados es muy extraño para nosotros, que solemos hacer, en general —también tenemos nuestras excepciones…—, todo lo contrario. Pero resulta que hay más ejemplos en esta línea.
Por ejemplo, en Flandes los eventos sociales como las bodas apenas incluyen comida para los invitados más allá de un picoteo. Si vienen a una boda en España alucinarán, con sus dos platos, entrantes, postres y dos botas de cóctel previas más la recena… O en Grecia y esas bodas en las que estas tres dias comiendo y bebiendo.
Pero ha sido el caso de Países Bajos —los millenial tenemos que esforzarnos por no llamarle Holanda—, el que se ha viral en las últimas semanas a raíz de un hilo de Twitter de Amalia en la cuenta @trufa_a. En el mismo, Amalia cuenta que los neerlandeses no prestan ni diez céntimos de euro para comprar una bolsa de plástico en el supermercado.
De nuevo, la brecha cultural entre el centro y norte de Europa con respecto al sur.
Y es que Amalia, en el mismo hilo de Twitter, confiesa que trabaja en un restaurante, donde se ha encontrado escenas sorprendentes desde el prisma de la cultura mediterránea. Por ejemplo, después de pedirse una pizza, una clienta solicitó añadir un ingrediente extra. “Al llevarle la cuenta pidió que quitara 40 céntimos que correspondían al trozo de pizza que se había comido antes de pedir el ingrediente extra”, afirma.
También cuenta esta usuaria de Twitter que en una casa neerlandesa ha vivido algo parecido a lo de Suecia pero con el café. Lo cuenta así: “Voy a casa de una holandesa, me dice que si quiero beber algo. Le digo que si tiene, le agradezco un café. Me dice que no, que me da un té porque las cápsulas de café son más caras que las bolsas de té. Todavía no me he recuperado del shock”, concluye.
Pero en el hilo de Amalia hay mucho más. Por ejemplo, esta otra anécdota: “En el descanso de clase voy a tomarme un café con una compañera, ella se pide un café solo y yo con leche. Paga ella. A la semana siguiente se repite la operación, pago yo. Me pide que le de 30 cnt. porque su café era más barato que el mío en ambas ocasiones. TREINTA CÉNTIMOS”, dice.
Hasta tal punto se ha hecho viral la confesión de esta española en Utrech que ha sido entrevistada en el programa Zapeando, donde ha calificado a Países Bajos como un país de “ratas” por lo tacaños que son sus ciudadanos. “No es algo de lo que se avergüencen”, asegura.

Amsterdam
Además, en aquel hilo de Reddit que dio lugar al #Swedengate ya muchos usuarios decían que en Países Bajos solo se invita a comer o cenar en casa a la familia más próxima. El resto, como mucho, pasa después a tomar algo. Y si vas invitado a una fiesta de cumpleaños, olvídate de festines tipo merendolas con mesas llenas de boles y platos con comida y barreños con latas de cerveza y refrescos: en Países Bajos, una consumición, tipo té o café, una porción de tarta, y como mucho una segunda consumición después. Como si estuvieras en una discoteca con entrada más dos consumiciones…
Así que ya sabes qué puedes encontrarte si viajas o te mudas a estos países de Europa. Lo mismo acabas echando de menos España y no solo por la falta de sol…